16/12/2025
Escúchales con una mente abierta…
y verás cómo empiezan a contarte sus miedos, sus dudas y sus preocupaciones.
En muchas familias, los hijos sí quieren hablar,
pero no saben si pueden hacerlo sin ser juzgados.
A veces no lo expresan con palabras,
pero observan cada gesto, cada suspiro, cada respuesta nuestra…
Cuando escuchamos con prisas, corrigiendo, interrumpiendo o minimizando (“no es para tanto”, “eso son tonterías”), no lo hacemos a mal…muchas veces lo hacemos porque también estamos cansados, porque queremos ayudar rápido o porque nadie nos enseñó a escuchar emocionalmente.
Por eso hoy os animo a reflexionar:
🌱 Una mente abierta crea un corazón disponible.
🌱 Un espacio seguro abre una puerta que ellos sí quieren cruzar.
🌱 Cuando escuchas sin juicio, ellos hablan sin miedo.
Escuchar de verdad no es quedarnos callados.
Es mirar con atención.
Es validar sin corregir.
Es permitir que expresen lo que sienten sin dar lecciones antes de tiempo.
Frases que abren esas puertas son:
✔ “Cuéntame, quiero entenderte mejor.”
✔ “Gracias por confiar en mí para decirme esto.”
✔ “Tiene sentido que te sientas así.”
✔ “¿Cómo puedo ayudarte?”
Frases que las cierran sin querer:
✖ “Eso no es nada.”
✖ “No exageres.”
✖ “No deberías sentirte así.”
✖ “Eso es absurdo.”
Cuando escuchas con presencia, tu hijo aprende que sus emociones importan…
que sus pensamientos son válidos…
y que tú eres su lugar seguro cuando el mundo les queda grande.
💬 Cuéntame:
¿qué te gustaría que tu hijo pudiera contarte sin miedo?
Te leo en comentarios. ❤️
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