16/02/2022
😔💔😢
¿Existe en el mundo algo más horrible y doloroso que la muerte de un hijo? ¿Y si es nuestro propio hijo el que se quita la vida…?
Y es que, tras leer la noticia del suicidio del pequeño Drayke Hardman de tan sólo 12 años, el cual se ha quitado la vida ahogándose con una prenda de vestir por haber sufrido bullying constante por un compañero de clase durante un largo año, un larguísimo año de sufrimiento indescriptible de este pobre chico, un n**o en la garganta, lágrimas y un ataque de furia contra el sistema me ha hecho escribir este post.
Por desgracia, en mi trabajo, no paro de atender a niños mucho menores que el pobre Drayke con depresión o con una sensación de indefensión aprendida por haber sufrido acoso por parte de sus compañeros durante un largo período, niños sin y con dificultades añadidas (TDAH, TEA, TEL…).
¿Y qué es lo que falla? Por supuesto, lo primero que falla es una educación en valores de base por parte de la familia, sin lugar a dudas. Pero si creemos que vamos a conseguir que, de repente, todas las familias del mundo sean familias estructuradas y con unas dotes de pedagogía correctas hacia sus hijos, estamos muy alejados de la realidad.
Aunque los centros escolares no sean la base del problema, sí es donde se suelen dar estos problemas y, en mi caso, en infinidad de ocasiones, he visto cómo se ha intervenido con el acosador de forma esporádica sin hacer un trabajo de control posterior de la intervención a largo plazo y, por lo tanto, sin proteger de forma constante al niño que está sufriendo el acoso hasta estar seguros de que dicho acoso ha desaparecido. De esta manera, si el acosador se siente furioso por haber sido descubierto y observa que su víctima no tiene protección, ya no tiene piedad de él.
Por lo tanto, los protocolos no funcionan, ni en EE.UU. ni en Europa, siendo cada vez una lacra más enraizada en nuestra sociedad, obligando a que muchos niños sean obligados a estar junto a sus acosadores haciéndoles sentir un miedo y angustia devastadores.
D.E.P. pequeño Drayke Hardman, siento que vivir la vida haya sido un problema tan enorme para un cuerpecito tan pequeño.