14/10/2025
Sobre os INGRESOS INVOLUNTARIOS nun servizo de psiquiatría, escribe no tuiter:
Como hoy ya no es el día de la Salud Mental, vamos a hablar de la No Salud Mental o más vulgarmente conocida y poco atrayente término de la enfermedad mental. También de la inconsciente insistencia de eliminar por completo los ingresos/tratamientos involuntarios y la contención🧵
Ahora caerán los insultos sin pasar a leer más de ese primer tuit, con un conocimiento increíble de mi ejercer, para no haberme visto en la vida. Pero, para todos aquellos que me acompañen en estas líneas me gustaría exponer mi punto de vista. Y que mejor que un caso clínico.
Llega a la urgencia traído por ambulancia y la policía un chico de 22 años, viene sujeto y agitado. En casa se ha puesto a romper todo y a tirar objetos a sus padres. Nunca había ocurrido antes, de hecho era un buen chico, algo tímido y retraído. Los padres aparecen descompuestos
Los sanitarios han intentado en domicilio tranquilizarle, pero ha sido imposible, decía que sus padres no son sus padres y que le están envenenando. Le han ofrecido medicación vía oral y solo le ha hecho ponerse aún más inquieto y a la defensiva, empujando y golpeando para huir.
Finalmente la policía ha intervenido para ayudar a trasladarlo a un hospital y que pueda ser valorado. Hasta aquí la contención verbal y farmacológica han fallado; por lo que se ha requerido contención mecánica en la camilla. Medida que se mantiene a su llegada al hospital.
Si se crean nuevas leyes que prohíban está contención mecánica, el paciente no podría ser trasladado al hospital para ser valorado por un médico. También se quiere prohibir el tratamiento involuntario, lo q impedirá que se le pueda administrar medicación para ayudarle a calmarse
El paciente, una vez se le administra tratamiento, se muestra menos inquieto y se le puede explorar. Presenta un discurso delirante, con una conducta desorganizada. Dada la conducta de ese día y los previos, y la desconfianza hacia sus familiares se decide ingreso en psiquiatría.
El paciente no quiere ingresar, dice que a él no le pasa nada y que todo es un complot para matarle y quedarse con su dinero. Por tanto se decide hacer un ingreso involuntario, avisando al juez de guardia de la situación y de las decisiones que se han tomado.
Si se eliminan los ingresos involuntarios está persona se iría de alta del hospital sin tener un estudio diagnóstico y sin ningún tratamiento. Volvería a casa, o no, dado que cree que sus padres son unos impostores, y podría poner en riesgo su integridad o la de los demás.
Por suerte, en menos de 24 horas el paciente será entrevistado por un juez y un forense, que valorará si el ingreso involuntario ha sido adecuado y si se puede continuar con el ingreso, lo que supondrá un adecuado diagnóstico y tratamiento. Garantizando siempre la seguridad.
En la planta de psiquiatría, cuando ya se encuentra tranquilo y en un entorno seguro, se le puede retirar la contención, con la supervisión del psiquiatra y la enfermera de salud mental. Podrá deambular por la planta y relacionarse con los demás. Podrá recibir visitas.
Todas estas medidas deben de estar legisladas y controladas. Su uso no debe ser indiscriminado, debe ser por el menor tiempo posible y garantizando el bienestar del paciente. No por ello negamos que es algo que puede ser muy duro para la persona y su familia.
No se debe de prohibir, pero si trabajar en supervisar que no haya abusos y en mejorar la formación de los sanitarios para que este tipo de ingresos no sean traumáticos para el paciente ni su familia. Hay muchos aspectos a mejorar, lo sé.
Pero hay personas con una enfermedad mental, en su debut o en una recaída, que requieren cuidados hospitalarios durante un tiempo. A veces no tienen conciencia de su enfermedad. Por ello necesitamos leyes que les protejan hasta que recuperen su capacidad de consentimiento.
Prohibir sin matices los ingresos involuntarios y las contenciones mecánicas, solo muestra la ignorancia de estos políticos/activistas de lo devastadora que puede ser en algunos momentos una enfermedad mental para el paciente y su familia.
Prohibir sin matices demuestra la ignorancia en los tratamientos y cuidados psiquiátricos que se requieren en determinados momentos. Crean una falsa idea de que la psiquiatría atenta contra los derechos humanos y del paciente.
Y con estas palabras no pretendo excusar las veces que no se hayan hecho bien las cosas y haya habido negligencias. Porque hay mucho que mejorar y que humanizar. Pero sin engañar a la gente y ofrecer quimeras.