12/05/2022
¡Hola!
Nos hemos embarcado en un pequeño proyecto de ayuda a dos niños de Rey Bouba a quienes amputamos una de sus piernas hace unos años. Son Abdul Fattaou y Daipha Celestine.
Abdul Fattaou era un niño enfermo que no vino a nosotros, fuimos a buscarlo a su domicilio desde nuestro Centro, avisados por la gravedad del caso y la negativa de la familia a acudir por falta absoluta de medios económicos. Hacía ya tres semanas, un muro de adobes reblandecido por las lluvias en el que estaba jugando se le cayó encima, causándole una fractura de fémur y produciendo un aplastamiento de los músculos de la pierna izquierda. Tras más de 20 días de tratamiento tradicional, acostado en una esterilla, la herida rezumaba un olor horrible a putrefacción. Lo llevamos al Hospital, limpiamos la herida, le administramos antibióticos, evitamos la septicemia y días después lo llevamos a amputar la pierna a un hospital Luterano en la ciudad de N’Gaundere. No quedó otro remedio. La infección y la gangrena hubieran terminado con el pequeño Abdul. Ahora nos queda continuar ayudándole durante mucho, mucho tiempo. Lo trajimos a España hace 5 años y le pusimos una prótesis con la cual ha tenido autonomía hasta hace poco.
Hoy Abdul tiene 15 años, ha crecido y la prótesis que le colocamos ya no le sirve. Ha vuelto a las muletas.
En noviembre de 2017, en la campaña de otoño, recibimos una niña de cuatro años, de una aldea a 8 km de Rey Bouba. Se llama Daipha Celestine. Su padre la traía por una pequeña herida en el tobillo izquierdo, pero no podía andar. Al hacerle una radiografía nos encontramos con la sorpresa. No era una simple herida. Era una antigua herida no curada que había infectado toda la articulación del tobillo y la tibia estaba completamente carcomida por una osteomielitis descomunal que se extendía a la articulación de la rodilla. El remedio, brutal: amputar. Y eso hicimos. Daipha no comprendía nada, solo lloraba y gritaba cada vez que una persona blanca se acercaba a su cama. Ingresada en pediatría, poco a poco, a base de caramelos y chocolate, conseguimos que, aunque no nos mirara, al menos no gritara de pavor y aceptara los dulces. Otro destino terrible.
Cada vez que aparecemos en Rey Bouba, su padre, Somm, aparece discretamente en el hospital. Sin decir nada, al principio se acerca, viene por la promesa de que no olvidaremos a Daipha.
Hoy Daipha tiene 7 años, es una linda niña, seria, nunca sonríe. Ya no nos tiene miedo. Ahora espera paciente, como buena africana. Si le damos una esperanza, esboza una sonrisa.
No podemos traerla a Burgos. El COVID lo impide y hemos aprendido con Abdul, a quien le dimos una gran oportunidad, que ahora lo vamos a hacer en su tierra, en su casa. Hemos contactado con una empresa de fisioterapeutas que adapta prótesis de extremidades inferiores.
Los hemos recibido a los dos en el hospital para hacer fotografías y tomar medidas orientativas para enviar al protésico.
Nuestra economía es la que es y cuando tenemos gastos imprevistos como este proyecto buscamos ayuda. Si quieres ayudarnos puedes hacer una donación en nuestra cuenta. Te lo agradecemos enormemente. Sabes que tu ayuda irá directa a este propósito.
Si puedes ayudarnos este es nuestro número de cuenta:
Nº de CC ES63 2100 3338 0822 0002 5727
Muchas gracias por tu ayuda.
Seguimos trabajando.