22/10/2025
➡ Uno de los grandes dilemas al emprender un negocio en España es decidir si empezar como autónomo o sociedad limitada (SL). Esta decisión no solo determina el tipo de impuestos que pagarás, sino también tu nivel de responsabilidad, las cuotas a la Seguridad Social y hasta la percepción que tendrán tus clientes o posibles inversores.
En 2025, con los cambios en las cuotas de autónomos según ingresos reales y con la estabilidad en el Impuesto de Sociedades, la comparativa autónomo o SL es más relevante que nunca.
¿Qué es ser autónomo?
El trabajador autónomo es una persona física que desarrolla una actividad económica por cuenta propia. Para darse de alta basta con inscribirse en Hacienda y en la Seguridad Social, lo que lo convierte en la opción más sencilla y rápida para empezar a facturar.
El autónomo tiene control total sobre su negocio, pero también asume toda la responsabilidad con su patrimonio personal. Eso significa que, si surgen deudas, embargos o reclamaciones civiles o judiciales, se responde con los bienes presentes y futuros.
¿Qué es una sociedad limitada (SL)?
La sociedad limitada es una persona jurídica independiente de sus socios. Para constituirla se necesita un capital social mínimo de 1 €, que se deposita en el banco o en especie. Su gran ventaja es que la responsabilidad de cada socio está limitada a la aportación que realizó, y si el total es inferior a 3.000 €, responde solo hasta la parte de estos 3.000 € no aportada, protegiendo su patrimonio personal.
La SL exige más trámites administrativos: escritura pública, inscripción en el Registro Mercantil, libros contables y presentación de cuentas anuales. Sin embargo, ofrece una imagen más profesional y transmite mayor confianza en sectores donde el tamaño y la formalidad cuentan.
📞 649 27 61 76 / 927 22 11 45
📍 C/ Gómez Becerra, Nº4 ; 1º B
ℹ️ https://gabineteac.es