05/09/2025
En ocasiones, el malestar psicológico surge a raíz de vernos en un lugar que no tiene sentido para nosotros. No encontramos sentido a dónde estamos, lo que hacemos, con quién nos encontramos, cómo nos relacionamos, lo que sentimos, lo que pensamos, cómo afrontamos… A veces ‘lo tenemos todo’, pero aparece un vacío interno.
Aquí puede emerger una crisis personal o vital importante, acompañada con mucho sufrimiento, pero también con preguntas fundamentales:
¿Quién soy?
¿Qué sentido hay en mi vida?
¿Qué hago con mi libertad?
¿A dónde me dirijo?
Acabamos en un lugar en la vida empujado por estructuras psicológicas que nos van llevando (sin darnos cuentas en muchas ocasiones) a tomar determinadas decisiones o impedirnos decisiones, a repetir acabando en las mismas situaciones, relaciones… Una estructura cargada de aprendizajes, heridas y memorias que nos van moldeando y configurando los pasos que damos en la vida.
La crisis aquí no se mira como patológica, sino como un signo que está poniendo de manifiesto que algo debe transformarse, de que no funciona. Se convierte es una oportunidad de reorganización personal y vital si uno se atreve a adentrarse en las profundidades de sí mismo.
No se trata de buscar las respuestas frenéticamente, sino de resolver primero las estructuras base que nos han llevado a ese lugar. Y desde ahí, uno puede mantener esas preguntas en silencio, para que, a medida que uno avanza, pueda ir escuchando y sintiendo sus propias respuestas.
Luna.