24/02/2016
El sufrimiento de un ingeniero informático tras su paso por una de las clínicas Vitaldent de Barcelona es un reflejo de las vividas por cientos de pacientes que perdieron parte de sus dentaduras por mala praxis en alguna clínica de la cadena. A muchos ya les han dado la razón en los juzgados, adjudicándoles altas indemnizaciones por los daños sufridos. Otros se han animado a denunciar tras la detención de la cúpula de la compañía por presuntos blanqueo y fraude fiscal. | Sigue leyendo.
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A Álvaro Martínez Hidalgo, ingeniero informático de 39 años, barcelonés, sus conocidos le aconsejaban: “Ve a Vitaldent, que es más barato”. Su dentista de toda la vida le pedía 2.600 euros por un tratamiento con brackets para enderezarle uno de los dientes delanteros. “Me molestaba un poco, de vez en cuando, nada serio”, cuenta Álvaro, que lleva siete años viviendo una pesadilla interminable.
“En Vitaldent, en Sant Boi de Llobregat, me atendió un comercial, y al final, el presupuesto que me dio era más caro que el de mi dentista, 3.500 euros, porque me iban a hacer más cosas; me iban a dejar la boca rayando la perfección –ironiza el informático–. Firmé la solicitud de financiación pensando que era el recibí del presupuesto. Me lio el comercial. Ya no tenía vuelta atrás. Para empezar me quitaron dos dientes porque, según me dijeron, era necesario para conseguir espacio”.
Lo que iba a durar dos años se convirtió en cuatro. Cuatro años con los brackets puestos. “Me limpiaba la boca seis o siete veces al día porque me decían que la higiene era fundamental, pero ellos no me hicieron nunca una limpieza. En las revisiones, me quitaban únicamente los ‘brackets’ de abajo. Los de arriba, jamás. Yo estaba desesperado porque no veía mejoría, al revés. Los dientes se me movían. Además, las encías me dolían una barbaridad, y no miento si digo que las tenía verdes”.
Ante semejante panorama, Álvaro Martínez decidió consultar con otro dentista, que se echó las manos a la cabeza en cuanto vio el aspecto que presentaba la dentadura del paciente. “En cuanto me quitó el arco (un hierro) que cruzaba el cielo de la boca e iba enganchado a dos muelas, cuatro dientes superiores se desprendieron; estaban pegados a los brackets”. Además, las muelas a las que estaba enganchado el arco se partieron.
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