07/01/2025
A veces, se me olvida que un día derrepente, se crearon las redes sociales.
Que nací en una generación donde marcábamos el teléfono apretando cada número que mi memoria guardaba en el recuerdo o abría una libretita, normalmente pequeña, en donde estaban anotados los números de personas queridas también.
A veces, miro el atarceder sin que aparezca el impulso de sacar mi cámara ni el recuerdo de ella, ni de esta, ya no tan nueva generación. A veces, me pasa mucho y transcurren días y meses.
Y me olvido de los nuevos tiempos y derrepente como si de otra “yo” se tratara, me doy cuenta que ‘ una parte de mí’ me señala con dedo sutil y mezcla de culpa tocando a mi puerta, sintiéndome por momentos, intranquila;
- somos las redes sociales.
- me dicen.
- Toc, toc.
- Miriam, me has abandonado, llevas meses sin escribir 🫣😅
También personas que me han llamado y escrito;
- Miriam, sigues por ahí, ¿sigues pasando consulta?
Hoy, después de mucho tiempo respondo a esta parte abierta al mundo, que dice algo de mí, donde unos pocos me leen. Otros, tocan a mi puerta y me saben algo más.
A veces, sigo presionando los números de teléfono y recordando aquellos que aún guardo en mi memoria. Como el de casa de mis padres.
Añoro esos momentos, donde la llamada era tu presencia y tenía que pensarte en el aire para recordar tu número.
Sigo mirando atardeceres, siguiendo el impulso, el de hoy, de mostrar solo una parte del reflejo de este viaje, de vuelta.
Sigo por aquí, claro que sí.
Siempre estoy.
A veces, en silencio.
Agradezco este canal y es que estos atardeceres ganan. La foto nunca es igual, ya saben 😉⭐️
Pueden seguir contactándome, de la mejor forma que sepan. Gracias