
15/10/2025
Trabajar en una ambulancia no es solo conducir o asistir.
Cuando existe verdadera vocación de servicio, sabés que va mucho más allá de lo sanitario.
Acompañar a una persona en un momento vulnerable requiere empatía, intuición y humanidad.
A veces, solo con observar, ya percibes lo que el otro necesita.
Hay quienes quieren hablar y se desahogan durante el trayecto:
otros prefieren el silencio, y basta con una música suave para hacerles compañía.
Esa lectura intuitiva es parte esencial del cuidado.
Ayer trasladé a un paciente habitual que no estaba pasando un buen momento.
Lo saludé, lo ayudé a subir, y puse música de nuestra época.
Sonaba Hotel California y, entre los acordes, vi aparecer una leve sonrisa.
Pequeños gestos que alivian.
Al llegar a destino, me miró y me dijo:
¿Te puedo abrazar?
En ese momento recordé por qué elegí este trabajo:
porque más allá de los procedimientos y protocolos,
la verdadera atención sanitaria también se da en la emocionalidad ,
Porque acompañar es muchas veces, la forma más profunda de cuidar.
No solo salvamos vidas, también tocamos almas.