
20/01/2023
Una de las patologías que afecta principalmente a los adolescentes es el ACNÉ. Se trata de un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas.
Se puede localizar en el rostro, el tronco y/o la espalda. Es debido a que estas áreas de la piel presentan mayor cantidad de glándulas sebáceas.
Los factores que contribuyen a su desarrollo son variados, y entre ellos se encuentra los siguientes:
- Incremento de la producción de sebo.
- Hiperqueratinización folicular.
- Disbiosis del microbioma (pérdida del equilibrio que existe entre las células del organismo humano y las células bacterianas que lo habitan).
- Inflamación.
Otros factores que pueden desencadenar o empeorar el acné son:
- Cambios hormonales: los andrógenos son hormonas que aumentan en los jóvenes durante la pubertad y que hacen que las glándulas sebáceas se agranden y produzcan más sebo.
- Ciertos medicamentos: como corticoesteroides, testosterona o litio.
- Alimentación: Parece ser que el consumo de determinados alimentos, como los ricos en carbohidratos, pueden empeorar el acné.
- Estrés: En sí no causa estrés, pero si ya lo padeces, podría empeorarlo.
El principal problema del acné es que puede ocasionar lesiones residuales (como cicatrices y cambios en la pigmentación), pudiendo tener un impacto psicosocial muy importantes que altera en gran medida la imagen, autoestima y la calidad de vida de la persona que lo padece.
Actualmente se ha observado un incremento del acné adulto, por encima de los 25 años, sobre todo en mujeres.
Es muy importante tener un buen cuidado de la piel 🍀