13/11/2025
Quererse a uno mismo no siempre es fácil.
A veces implica recoger los pedazos, reconocer las grietas y tener la paciencia de coser lo que duele, una puntada cada día.
Porque el amor propio no es un destino, es un proceso: el arte de seguir cuidando lo invisible, incluso cuando nadie lo ve.