27/11/2023
Solía ser un maestro espiritual.
Tuve que dejarlo cuando me di cuenta.
No había tal cosa.
O mejor dicho, todo es un maestro espiritual.
El gato. La alfombra. Una silla.
Un árbol. Una montaña.
Mi papá con demencia.
Angustia. Alegría. Mío. Tuyo.
El hombre durmiendo en la acera.
El impresionante cielo nocturno.
Es todo un maestro.
Es todo un gurú.
Y yo soy sólo un portavoz, como lo somos todos.
Soy sólo un amigo que comparte mi corazón.
Soy sólo un pájaro, cantando mi canción.
Renuncié como maestro espiritual,
Renuncio como cualquier tipo de autoridad,
y me convertí en un ser humano real, auténtico, encarnado, honesto y verdadero.
Y allí encontré mi verdadera paz e iluminación.
En el templo de lo ordinario.
En el santuario de lo mundano.
En el corazón sagrado del momento descubierto.
-Jeff Foster-