04/07/2025
No sé ni por dónde empezar.
Mi viaje a Noruega ha sido como un cuento… pero un cuento de verdad.
De esos que te remueven, te llenan, te transforman. Que no son siempre fáciles, pero sí profundamente reales.
Todavía estoy integrando todo lo vivido, pero hay algo que necesito decir desde el corazón:
Gracias.
Gracias a cada una de las mujeres que decidió confiar, venir, abrirse y entregarse a este retiro tan íntimo y personal para mí.
Llevar el yoga, la astrología, la cerámica y la conexión a Noruega —al lugar donde nací y crecí— ha sido como cerrar un círculo.
Este rincón del mundo, con su belleza cruda, salvaje y silenciosa, me ha formado. Aquí aprendí a estar en soledad, a mirar hacia dentro, a respetar el ritmo de la naturaleza. Aquí también viví mis primeras heridas, mis primeros sueños, mis raíces más profundas.
Veros caminar por estos paisajes, respirar este aire, mirar el fiordo como lo miraba de niña… ha sido profundamente conmovedor.
Y al mismo tiempo, este país tan exigente también nos puso a prueba. Porque Noruega te confronta: con tu vulnerabilidad, con tus emociones más auténticas, con lo que no puedes controlar. Te quita capas. Te incomoda. Pero si te dejas tocar por su verdad, te devuelve a ti misma.
Y eso es lo que vi en cada una de vosotras: un viaje de regreso.
Un volver a casa, no solo en el mapa, sino dentro del corazón.
Gracias por sostener el espacio, por confiar en lo desconocido, por compartir risas, lágrimas, silencios, abrazos y palabras sabias.
Quiero dar las gracias a mi familia, por su apoyo incondicional, por contribuir con todo lo que tenían, y sobre todo por dar tanto, tanto cariño. Sin ellos, esto no hubiera sido posible.
Gracias también a Rocío y a Rubén, y al Team Troll: por vuestras risas, por la ligereza y la facilidad de trabajar a vuestro lado.
Por vuestra energía tan viva y, al mismo tiempo, vuestra calma tan necesaria. Por ser parte de este viaje, con tanto amor y presencia.
Este retiro ha sido un regalo.
Y sé que no es un final, sino un inicio.
Un nuevo anclaje en lo esencial. Un recordatorio de quién soy, y de lo que quiero seguir compartiendo.
Tusen hjertelig takk, mi corazón está lleno❤️