22/12/2024
No, no se trata de romantizar el dolor si no de construir un mundo interno que contemple el dolor como una parte más del camino.
Hace unos meses, una de mis tazas favoritas hechas en con mis propias manitas, se me rompió.
Guardé los trozos por simple cariño, no me animaba a tirarla.
Está mañana he usado algo parecido a la técnica Kintsugi para repararla.
No volverá a ser una taza pero me servirá para plantar un pequeño cactus y para recordar cada día que las cicatrices, lejos de ser imperfecciones, son capítulos de nuestra historia que, al ser abrazados con amor y cuidado, se convierten en la esencia de nuestra fortaleza y belleza interior.
El kintsugi es una técnica japonesa tradicional de reparación de cerámica rota, en la que las grietas se rellenan con una mezcla de resina y polvo de oro, plata o platino. En lugar de ocultar los daños, esta práctica resalta las fracturas como parte de la historia del objeto, convirtiéndolo en algo único y aún más valioso.
El kintsugi simboliza la aceptación de la imperfección y la transformación del dolor en algo constructivo.