30/08/2025
CHIA Y TIROIDES II. Hipertoroidismo, hipotiroidismo, Hashimoto:
2) Oxalatos:
La mayoría de cálculos renales son de oxalato cálcico. La chía eleva la carga de oxalatos; si además hay disbiosis (pérdida de Oxalobacter formigenes), baja ingesta de calcio biodisponible o hipocitraturia, sube el riesgo de litiasis. Pero hay más:
Daño de mucosa por cristales microscópicos → permeabilidad, histamina, inflamación sistémica.
Depósitos tisulares: se han descrito en músculo/fascia y pueden contribuir a dolor y rigidez (relevante en dolor crónico).
Autoinmunidad: al perpetuar inflamación y déficit mineral, los oxalatos empeoran el terreno autoinmune.
Gota: la gota es por urato, no por oxalato; pero ambos cristalizan y activan NLRP3 (inflamasoma). Más inflamación y posible estrés renal → peor excreción de ácido úrico en sensibles.
3) El mito de la “fibra = mejor tránsito”
Se repite el mantra de “la fibra siempre ayuda a ir al baño”. No siempre. La fibra de chía es altamente mucilaginosa: forma un gel espeso al contacto con agua.
Si no hay agua suficiente o el tránsito es lento, ese gel se compacta y puede formar “tapones” (oclusión documentada).
Si hay exceso de agua con mucha fibra-gel, arrastra contenido y ablanda en exceso: heces más húmedas, voluminosas y mal formadas (no es “mejor”, es diarrea osmótica/fermentativa).
La fibra vegetal no se absorbe; no nutre al cuerpo directamente y, en disbiosis, alimenta fermentaciones que irritan, generan gases, distensión y dolor.
Además, la fibra-gel atrapa fármacos y micronutrientes: puede interferir con levotiroxina y con hierro/calcio/zinco, selenio y yodo si se toma cerca, incluso el del los alimentos que asocies a su ingestas actuando como antinutriente.
En Hashimoto con SIBO/estreñimiento alterno, la chía suele empeorar tanto la inflamación como el tránsito.
Buen día.
Juan Antonio Dietista