
12/09/2025
🔍 Las fobias de impulsión consisten en la aparición de pensamientos, imágenes o impulsos intrusivos acerca de realizar actos dañinos contra uno mismo o contra los demás. Por ejemplo, una persona puede imaginar empujar a alguien por las escaleras, herir a un ser querido o autolesionarse con un objeto punzante.
🧠 Lo más importante es que estos pensamientos son egodistónicos, es decir, contrarios a los deseos de la persona. No reflejan una intención real, sino que generan rechazo, miedo y vergüenza. En otras palabras, el sufrimiento no proviene de querer hacer daño, sino del temor a perder el control y hacerlo en contra de la propia voluntad.
💔Con frecuencia, quienes lo padecen desarrollan conductas de evitación, como no acercarse a balcones, no quedarse a solas con sus hijos o esconder objetos cortantes. Otras veces, buscan reaseguramiento constante preguntando a otros si son personas peligrosas o revisando mentalmente una y otra vez sus actos para comprobar que no han hecho daño. Detrás de este mecanismo hay una distorsión cognitiva que lleva a creer que pensar en algo es casi tan grave como hacerlo o que incrementa la probabilidad de que ocurra.
🌟 Las consecuencias de la fobia de impulsión pueden ser muy limitantes. A menudo conducen al aislamiento social por miedo a perder el control en público, a la restricción de la vida familiar al evitar estar a solas con los hijos o la pareja, y a un intenso sentimiento de culpa y vergüenza que deteriora la autoestima.
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