Chema Montes Psicólogo

Chema Montes Psicólogo Desde hace más de 20 años vengo compatibilizando mi actividad como psicólogo en el sector privado

18/05/2024
26/02/2024

Las enfermedades mentales son IGUAL de importantes que las físicas.

Demos importancia a los problemas de las personas, no los menospreciemos únicamente porque no se "vean" a simple vista.

https://chemamontespsicologo.com/psicologia/resiliencia-y-terapia-vital/
04/11/2023

https://chemamontespsicologo.com/psicologia/resiliencia-y-terapia-vital/

Hace unos días hablaba con unos amigos sobre la Resiliencia, esa capacidad que tenemos las personas para superar circunstancias traumáticas (la muerte de un ser querido, un fracaso profesional, un accidente, etc), de sobreponernos a momentos críticos y adaptarnos luego de experimentar alguna situ...

14/06/2022

La importancia de la psicología en la actualidad

Hay algunos momentos en la vida en que perdemos el rumbo o el sentido real de las cosas, el ritmo con que vivimos actualmente nos puede sacar de nuestro equilibrio, todos podemos sufrir de ansiedad, depresión, angustia, cansancio o cualquier malestar psicológico. A veces las personas pasan muchos años evitando sus problemas o creyendo que su estado actual es algo normal y se acostumbran a ese desequilibrio constante, sin tener en cuenta que gracias a la psicología podemos aprender a conocernos mejor y llegar a comprender la razón por la que, tanto nosotros como otras personas, nos comportamos de una determinada forma.
Han existido durante muchos años, demasiados mitos acerca de la psicología. El más común era la idea de que ir al psicólogo era para gente “loca”, cuando la realidad es que ir al psicólogo es para gente valiente que busca desarrollarse, superar sus miedos y barreras, para gente que no quiere estancarse sino buscar más allá de sus propios límites y auto limitaciones. La realidad es que cuando hay un conflicto en la personalidad, puedes culpar a todos de que las cosas van mal, puedes ir a cualquier parte del mundo y siempre será lo mismo porque es difícil escapar de nuestros propios demonios, cuesta trabajo enfrentarnos a ellos, pero es la única solución.
Hoy los psicólogos hemos pasado de ser casi un tabú durante décadas, a desarrollar un gran protagonismo en la sociedad; de tal forma que el conocimiento de la psicología ya no es un lujo, se ha convertido en una necesidad.
La mayoría de la gente ya no oculta sus visitas al psicólogo, como ocurría hace tan solo unos años; incluso, en determinados ámbitos ha llegado a ser un valor añadido, pues se da por aceptado que la psicología nos ayuda en nuestro crecimiento y desarrollo, tanto a nivel personal como profesional.
Los psicólogos nos hemos convertido en “entrenadores”, que ayudamos a las personas a potenciar al máximo sus cualidades, habilidades y competencias, a la par que mitigamos sus déficits y defectos.
La mayoría de las personas con las que trabajamos, nos piden que les ayudemos a ser felices, a sacar lo mejor de sí mismos, a liberarse de tanta presión, tanta ansiedad, tanta inseguridad, tanta insatisfacción… Nos piden que les demos los recursos, que les enseñemos las claves que les permitan ser dueños de sus propias vidas, de sus emociones y de sus sentimientos.
Por todo lo anteriormente mencionado y todo lo que nos ha tocado vivir en estos últimos tiempos, estoy absolutamente convencido de que es el momento de incorporar la psicología a nuestra vida y dejarnos ayudar por todo el gremio de profesionales de la psicología cuyas herramientas harán que nuestra vida sea más fácil.

Como afrontar las adversidadesEn este post dejare una lectura corta para reflexionar acerca de nuestra existencia y los ...
12/06/2022

Como afrontar las adversidades

En este post dejare una lectura corta para reflexionar acerca de nuestra existencia y los acontecimientos que experimenta todo ser humano.
Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:
“Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante. Abajo de este quiero guardar algún mensaje que me ayude a mí y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida”.
Todos los sabios a quienes convocó eran grandes eruditos… Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que pusieron sus mentes a trabajar.
Durante un año pensaron y debatieron. Buscaron en todos sus libros y consultaron a otros sabios en países lejanos, pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que anunciar al rey que no habían encontrado el mensaje deseado.
Al comunicar esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo.
Este intervino diciendo: “¡Oh!, majestad, no tengo estudios, no soy un erudito ni un académico; sin embargo, creo tener lo que le servirá”.
El anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo: “Pero no lo leas ahora. Mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo solo cuando todo lo demás haya fracasado y no encuentres salida a la situación”.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino.
Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida, y sus enemigos lo perseguían.
Se sentía desesperado y a punto de rendirse. De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje, que decía simplemente:
“Esto también pasará”. Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó.
Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino. El día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc.
El rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.
El anciano místico se acercó y le dijo:
“Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje”.
“¿Qué quieres decir? —dijo el rey—, ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida”.
El anciano respondió: “Ese mensaje no es solo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es solo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso”.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”. El anciano
Agregó: “Todo pasa”.
Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos tal y como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia.
Con esto concluyo, la persona más sabia es aquella que sabe aprovechar las oportunidades buenas o malas en la vida. Como decía Viktor Frankl (Psiquiatra autriaco)
“No existe circunstancia en la vida que carezca de sentido, incluso aquellos que aparentemente son negativos pueden convertirse en positivos cuando se afrontan con la actitud correcta”.

La resiliencia es la capacidad que tiene un individuo para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las trage...
03/04/2022

La resiliencia es la capacidad que tiene un individuo para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés extremo.
Ya que ésta no se tiene, sino que es algo que se desarrolla y se aprende a mantener, a continuación, expongo los 10 hábitos característicos de las personas resilientes.

1. Toman medidas para mejorar su autoestima
Son capaces de reconocer que las acciones que hagan hoy cambiarán la manera de percibirse a sí mismas el día de mañana. Por eso, orientan parte de sus acciones hacia la mejora de la autoestima y la autoconfianza.
2. Se sumergen en tareas creativas
A las personas resilientes lo saben y por eso les gusta alternar las costumbres del día a día con un poco de novedad y exigencia a sí mismas.
3. Mantienen una actitud estoica cuando conviene...
Las personas capaces de desarrollar una buena resiliencia no se plantean ilusiones vanas y sus esfuerzos para adaptarse a lo que les pasa se centran en gestionar su manera de experimentar lo que ocurre en esta nueva situación.
4. No dejan de buscar metas
Aceptar situaciones que en un principio parecen abrumadoramente malas, como una ruptura tras un largo noviazgo o el brote de una enfermedad, no significa que a partir de ese momento todos los aspectos de la vida de esa persona giren en torno a ese contexto percibido como negativo. Las personas resilientes muestran propensión a sacarle partido a la atención selectiva: en vez de estar todo el día pensando en las cosas malas que les ocurren, se centran en los objetivos a desarrollar. La resiliencia consiste, en parte, en orientarse hacia el horizonte de lo posible.
5. Se rodean de personas con actitud positiva
Las personas resilientes lo son, entre otras cosas, porque han pasado por alguna situación dura que les ha movido a entrenarse en su propia gestión emocional. Eso significa que asumen la existencia de una fuente ansiógena que puede generarles tensión, y lejos de pretender ignorarla o intentar suprimir su recuerdo (algo prácticamente imposible), simplemente, dirigen la atención hacia otro lado. Por ejemplo, hacia personas de actitud positiva.
6. Están todo el día haciendo cosas
¡Mientras cuando toca dormir, claro! Mantener una actitud activa las ayuda a centrarse y llegar a los objetivos deseados, lo cual a la vez repercute positivamente sobre su propia autoestima y la autoconfianza.

7. Practican deporte y/o algún tipo de meditación
La meditación parece tener múltiples beneficios, entre los que se encuentran la facilitación de aparición de pensamientos positivos y la reducción del estrés. El deporte, por su parte, también sirve para relajarse y ganar en autoconfianza.
8. Usan el humor para empoderarse
El humor es un valiosísimo recurso para quitarle importancia a las cosas a la vez que se obtiene una sonrisa a cambio. Hacer bromas sobre algo relacionado con los problemas personales es perfectamente saludable, teniendo en cuenta que se aborda el tema obteniendo una respuesta emocional que es agradable y nos libra del peso del estrés.
9. Reservan momentos para pensar acerca de lo que pueden hacer a largo plazo
Enfrentarse a las adversidades significa mirar más allá del estrés o la tristeza que puede experimentarse de vez en cuando. Por eso, alguien que haya conseguido entrar en una dinámica de resiliencia planifica sus objetivos y hace que algunos de estos queden proyectados hacia el largo plazo.
10. Invitan a los demás a participar en sus proyectos
Las personas resilientes transforman en hábito el hecho de animar a los demás a participar en sus proyectos, sean estos simples y a corto plazo o ambiciosos y basados en un objetivo que se tardará en alcanzar. El sentido de esto es contagiar la actitud positiva a los demás y, al mismo tiempo, hacer que esta actitud positiva vuelva a uno mismo a través de la satisfacción de los otros, como un eco.

El concepto que tenemos de nuestras capacidades y nuestro potencial no se basa sólo en nuestra forma de ser, sino tambié...
07/03/2022

El concepto que tenemos de nuestras capacidades y nuestro potencial no se basa sólo en nuestra forma de ser, sino también en nuestras experiencias a lo largo de la vida. Lo que nos ha pasado, las relaciones que hemos tenido con los demás (familia, amigos, etc.), las sensaciones que hemos experimentado, todo influye en nuestro carácter y por tanto en la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Para intentar aumentar nuestra autoestima debemos ante todo empezar por ser nuestros mejores amigos, saber que no hay nada ni nadie en este mundo más importante que nosotros mismos. Por eso hemos de aceptarnos tal y como somos, pensando no existe nadie mejor ni peor, aunque todos seamos diferentes.
8 Consejos
1. No te quejes
El hecho de querernos más y mejor está en nuestras manos, no en las de los demás. Todo reside en la cabeza y nosotros somos quienes debemos intentar cambiar nuestro autoconcepto.
2. Aprende de los errores
Una persona sabia es aquella que es capaz de aprender de sus propios errores, ya que éstos serán una lección aprendida que no repetirá nunca más. Cuando aprendes y ves que creces, te sientes mejor. No temas a las responsabilidades o a tomar decisiones, si algo sale mal aprende de tus errores y ten coraje para volver a intentarlo. Nadie está libre del error en esta vida y a veces hay que ver la cara positiva de los fracasos.
3. Ten más sentido del humor
Desarrolla el sentido del humor, no des tanta importancia a cosas que no la tienen, ni a los posibles comentarios de los demás. Seguramente en la mayoría de las ocasiones nos hacemos montañas innecesariamente, la gente no está siempre pendiente de lo que hacemos o decimos, todo está en nuestra imaginación.
4. Préstate más atención
Préstate atención, dedícate tiempo a hacer aquello que te haga feliz y te satisfaga. Todos sabemos que intentar lucir bien es algo muy bueno para aumentar tu autoestima, pero no te excedas porque nadie es perfecto.
5. Pon límites a los demás
Aquí no estamos hablando de ser arrogante, sino de respetarse a uno mismo. Todos tenemos que aprender a decir que «no» ante los abusos de los demás. Si consigues evitar que las personas hagan lo que quieran contigo hará que te valores más y te ayudará a levantar tu autoestima.
6. Cultiva tus amistades
Siempre es bueno tener cerca a gente de confianza con quien puedas abrirte, desahogarte e incluso pedir un consejo. Los amigos de verdad son como tu familia que porque estarán contigo pase lo que pase y te recordarán que tú eres importante para ellos.
7. Ten un Hobby
Hacer algo que te guste no solo te ayudará a sentirte mejor y ser más feliz, sino que también te hará fijarte objetivos que tienes que intentar superar. Todo el mundo necesita descansar y practicar actividades con las que disfrute, pero tampoco hay que pasarse porque el tiempo de ocio no puede durar todo el día. Si tu hobby es algo que implica una actividad física, mejor aún, ya que además podrás liberar energía, algo muy positivo para combatir el estrés, la ansiedad y la depresión.
8. Sueña
Generalmente las personas tienden a ser cada vez más pesimistas en la vida a medida que cumplen años, dedicando mucho más tiempo en pensar en cosas negativas que en soñar. Tener sueños, ya sean grandes o pequeños, es bueno para mantener la ilusión en la vida. Puedes soñar lo que quieres, al fin y al cabo soñar es gratis y no tiene límites. Además, tener sueños es muy motivador cuando intentas cumplirlos.

Dos estrategias claves para aceptar los errores¿Por qué tenemos esa rapidez y habilidad en detectar los errores de los d...
16/01/2022

Dos estrategias claves para aceptar los errores

¿Por qué tenemos esa rapidez y habilidad en detectar los errores de los demás y tan poca en reconocer los errores propios? Parece que nos falta tiempo en señalar los errores ajenos, quejarnos de ellos, incluso hacerlos públicos. ¿Será porque así nos sentimos mejores, superiores…?

Hay 2 estrategias claves que podemos seguir para mejorar en este aspecto:

1. Evitar el «tengo que…» o «debería…»
Es muy importante evitar la autoimposición de un alto nivel de exigencia con frases que empiecen por “tengo que…” o “debería…”. Esto provoca una sensación de pesadez y de agotamiento antes incluso que de dar el primer paso.
No es lo mismo pensar “tengo que terminar el informe, maldita sea”, “debería ir al gimnasio, qué horror”, o “tengo que hacer la compra, qué pereza”, que “me gustaría terminar hoy ese informe y quedarme tranquila”, “me vendría bien hacer la compra esta tarde” y “quiero ir al gimnasio mañana porque sé que luego me sentará bien”.
Es preferible ver el lado positivo de esforzarse por hacer lo que es bueno a medio y largo plazo, y visualizarlo, en lugar de centrar la atención en la pereza, el miedo a fracasar, o en lo que los demás pensarán si fallamos.
Si en lugar de intentar alcanzar la perfección nos centramos en hacer algo objetivamente razonable, dadas nuestras circunstancias, y fácilmente alcanzable, se allanará el camino, disfrutaremos más y el resultado será mejor en muchos sentidos.

2. Cambiar el pesimismo por un optimismo inteligente
Si nuestra motivación y atención se dirige hacia la evitación del error, el fracaso o el resultado negativo, nuestro rendimiento decrece.
Se ha publicado muchísima literatura científica que demuestra que ser pesimista, mantener un nivel bajo de autoeficacia percibida, reduce nuestra capacidad y rendimiento. Es lo que se conoce como una valoración de amenaza.
Si solo nos preocupamos por las cosas negativas que pueden ocurrir, si catastrofizamos constantemente, nuestro cerebro se pone en alerta y produce hormonas del estrés: adrenalina y cortisol. Estas nos mantienen en tensión y si este estado se mantiene en el tiempo –no habiendo un motivo real para ello– puede terminar provocando dolencias como, por ejemplo: cefaleas tensionales, contracturas musculares, digestiones pesadas, problemas de piel, caída de pelo, debilitamiento del sistema inmune, etc. Si acumulamos este tipo de somatizaciones y emociones displacenteras, a la larga se produce una disminución de la capacidad para disfrutar de las actividades placenteras y sanas, dado que por cansancio, incomodidad y falta de motivación nuestro comportamiento social, laboral, familiar o de pareja se ve afectado.
Por ello es crucial aprender a cambiar la valoración cognitiva que hacemos acerca de nuestros errores. Pregúntate: ¿qué te gustaría que ocurriera a partir de ahora? Deja volar tu imaginación, visualiza un resultado positivo, fácilmente alcanzable, que te ayude a sentirte bien otra vez. Si fijas tu atención en esa posibilidad y la saboreas, tu cerebro ya puede empezar a colaborar contigo mediante la producción de diversas hormonas como son la oxitocina, serotonina, endorfinas y dopamina.
Las emociones empezarán a cambiar y podremos experimentar ilusión, seguridad, confianza, orgullo y alegría. Estas emociones, acumuladas en el tiempo, nos ayudarán siempre a llegar en mejor condición para afrontar la futura situación, cuando llegue, cometiendo menos errores. También debes plantearte si hay algo más que puedes hacer para estar más cerca de tu objetivo.

La expresión “ser un inmaduro” es una etiqueta que se utiliza de forma muy habitual para describir a aquellas personas q...
20/11/2021

La expresión “ser un inmaduro” es una etiqueta que se utiliza de forma muy habitual para describir a aquellas personas que en alguna de sus áreas vitales no se desenvuelve de una forma coherente, competente o estable. Este estilo comportamental y actitudinal puede presentarse de forma subyacente como un elemento común en diversos trastornos de personalidad.
Eso sí; de la misma manera de la que podemos hablar, usando un lenguaje cotidiano, de personas inmaduras, también es posible hablar sobre personas psicológicamente maduras. Pero ¿qué las caracteriza?.

El estilo de personalidad madura

Existen tres ámbitos a los cuales puede circunscribirse el denominado estado de madurez personal: el afectivo, el intelectual y el profesional. La madurez es un estado de conocimiento y buen juicio, prudencia y saber, que se ha ido alcanzando y que lleva a gestionar de manera positiva la propia psicología. De esa forma, una persona que se encuentra en dicho estado dispone de un nivel adecuado de capacidad para conducir su vida de manera competente y eficaz a nivel emocional.

Principales características de las personas psicológicamente maduras

Los individuos que gozan de un buen nivel de madurez en el terreno de los sentimientos se desenvuelven hábilmente en las siguientes competencias:

1. Conocer la naturaleza del mundo emocional
Es decir, que las personas psicológicamente maduras son capaces de observarse a sí mismas y de asociar situaciones o eventos a experiencias emocionales.
2. Establecer unas bases sólidas en el área sentimental
Esta cualidad se refiere al hecho de haber experimentado el sentimiento de amor en su profundidad y a conocer las implicaciones y compromisos necesarios para el mantenimiento de tal relación amorosa.
3. Poseer una visión realista de la pareja
Evitar las idealizaciones y percepciones sesgadas del otro es imprescindible. Disponer de unas expectativas demasiado elevadas de la relación y del otro miembro de la pareja dificulta la resolución positiva de las adversidades o desencuentros que puedan surgir entre ambos.
4. Considerar a la otra persona y a la relación como una parcela más de la vida
La independencia emocional respecto de los demás se vincula muy estrechamente con un buen nivel de autoestima y seguridad en uno mismo, hecho fundamental en el establecimiento de relaciones interpersonales saludables.
5. Comprender la naturaleza dinámica de las emociones y los sentimientos
Ello implica considerar que estos fenómenos son mutables y modificables en el tiempo y que, es necesario realizar acciones y conductas cotidianas que los alimenten en positivo de forma constante.
6. Ser capaz de dar y recibir amor de forma sana
Este punto implica tener la capacidad para comunicar el afecto con verbalizaciones y acciones, así como también ser consciente de que este hecho forma parte de la naturaleza humana. En efecto, una persona madura comprende que es merecedora del afecto de forma intrínseca por parte de la otra persona y, por tanto, que desea corresponder a esta de la misma manera.
7. Estar preparado para construir un proyecto en común con otra persona
Principalmente, este aspecto implica compartir áreas de la vida propia con otro individuo de forma satisfactoria y además tener la competencia y el compromiso en desear solucionar posibles conflictos que puedan surgir en su trascurso.
8. Disponer de las cualidades suficientes de inteligencia, voluntad y compromiso
Estas tres cualidades implican la habilidad para encontrar el equilibrio entre la consecución de las metas vitales propias y aquellas comunes a la pareja. Estas últimas deben ser compartidas por ambos miembros de forma voluntaria, por lo que una comunicación efectiva entre las dos partes deviene un aspecto fundamental y necesario.
9. Mantener el sentimiento de amor a largo plazo
Es importante cobrar consciencia de que es positivo no caer en una sucesión de fases de enamoramiento superficiales. Este punto se vincula muy estrechamente con el anterior en lo referido al nivel de compromiso necesario para que dicho proyecto sentimental disponga de una continuidad satisfactoria.
10. Autorregularse
Finalmente, es importante interiorizar que uno mismo puede aprender a regular internamente sus emociones y sentimientos. Muy relacionado con el punto primero, un individuo maduro es capaz de no dejarse llevar por sus emociones y es competente identificándolas, comunicándolas y analizarlas racionalmente a fin de conseguir un comportamiento final más adaptativo.

A modo de resumen

A grandes rasgos, una persona madura psicológicamente posee las cualidades de inteligencia emocional; sentido del compromiso, de la responsabilidad y del esfuerzo; un estilo de funcionamiento (intra e interpersonal) racional y regulado donde se equilibra el mundo de las emociones respecto del mundo de lo cognitivo; y, finalmente, un grado suficiente de comportamiento ético y moral.
Además, también son ingredientes relevantes aspectos como disponer de un buen nivel de competencia en el conocimiento propio, donde se asumen fortalezas y debilidades; una adecuada capacidad para analizar, reflexionar y tomar decisiones de forma coherente y basada en argumentos sólidos; y un desarrollo positivo de la autoimagen en el que la independencia emocional respecto del otro es el principal componente.

10 CONSEJOS - COMO SALIR DE LA DEPRESIONCómo salir de la depresiónUn primer paso importante para autoayudarte en la depr...
10/09/2021

10 CONSEJOS - COMO SALIR DE LA DEPRESION

Cómo salir de la depresión

Un primer paso importante para autoayudarte en la depresión es conocer el grupo de síntomas que la comprenden. Con esto no se supera la depresión, pero se le comienza a dar una dimensión de la importancia que puede tener, y por lo tanto qué posiblemente necesites de auna ayuda profesional. Además, es un comienzo en el camino de escucharte a ti mismo, que es muy importante para ayudar a salir de una depresión.
Podría decirse que la depresión está comunicándote algo que es necesario escuchar. Es una señal de que necesitas revisar y atender ciertos aspectos en tu modo de vida en general, y en específico aspectos que han venido debilitándote durante cierto tiempo.

Consejos prácticos de la vida cotidiana para superar una depresión

Un punto de partida en la autoayuda para la depresión es tomar decisiones intencionales con respecto al estilo de vida. Se identifican varios componentes del estilo de vida para reducir la depresión:

1. Pequeños pasos
La depresión puede absorber la energía y puede dificultar incluso levantarse de la cama. Hacer algo aunque sea pequeño cada día es una poderosa manera de ayudarte a salir de la depresión pues provee de sentido al momento, por pequeño que sea. Evita pensar en planes muy a futuro o decisiones muy importantes, como mudarte de casa o cambiar de trabajo. Concéntrate en tareas que confíes en que obtendrás buenos resultados y que lo dominas.

2. Mantente activo
El ejercicio te da energía y alivia las hormonas del estrés. Incluso 15 minutos de actividad pueden darte beneficios para lidiar con la depresión. Además, la evidencia nos dice que el ejercicio aeróbico (como correr, nadar, andar en bicicleta, etc.) induce mayores beneficios que el ejercicio basado en la fuerza. Intenta cosas nuevas, como un nuevo hobby, aprende algo nuevo.

3. Organiza tus encuentros
Construir y mantener relaciones con familiares y amistades es una decisión importante para disminuir la depresión. Gran parte del bienestar de una persona tiene que ver con la capacidad de organizar mejor los encuentros realizados diariamente. Es recomendable, en la medida de lo posible, acercarse a las relaciones y situaciones que nos hacen sentir bien (convenientes), y alejarse de las que nos hacen sentir mal (inconvenientes). Haz una lista de sitios, personas y actividades que te hacen sentir bien, luego haz una lista de las cosas que haces todos los días. Asegúrate de incluir lo que te hace sentir bien en tu día a día.
Algunas ideas para lograr esto:
• aumenta el contacto con tus amigos mediante mensajes, correos electrónicos, o llamada;
• aprovecha los momentos en que te sientas un poco mejor para organizar y planear reuniones o salidas con amistades o familiares;
• solicita apoyo a un amigo o familiar cercano para que te ayude a cumplir con los planes durante la semana;

4. Consiéntete
Cuando te sientes triste, es muy difícil que logres sentirte bien contigo mismo. Intenta hacer al menos una cosa positiva para ti cada día. Esto puede ser darte un baño largo, pasa tiempo con tu mascota o lee tus libros favoritos. Haz cosas que antes te han hecho sentir bien. Sé considerado contigo, intenta darte un tiempo para ti mismo.

5. Actividades creativas
La creatividad ayuda a las personas a reducir los problemas y el estrés en la medida en que provee sentido a la vida y sensación de logro. Escribir, pintar, esbozar, construir cosas, tocar un instrumento o cantar.

6. Humor
Sonreír y reír reduce la depresión. La risa es una autoayuda que genera bienestar a nivel emocional y biológico; reír incrementa una bioquímica positiva y neurotransmisores que aumentan el buen humor y reducen los síntomas de la depresión. Si bien la depresión te quita las ganas de reírte siempre puedes buscar diariamente situaciones que te generen risa. Te sentirás un poco mejor. Lee un libro de humor, mira una película cómica, o shows de comedia, o bien busca a amigos que tengan buen humor.

7. Mantente realista
Parte de la depresión incluye una tendencia a ver lo negativo de las cosas. Evidentemente cuando se sufre de depresión no es nada sencillo modificar esta tendencia. Aceptar esto y ser realista de que, por un tiempo, será difícil ver el lado amable y positivo de las cosas te ayudará a estar mejor contigo mismo. Pues con ello evitarás sentirte culpable de no poder sonreír el día de hoy, o de no tener una buena cara con los demás. De manera similar con lo mencionado en el punto número uno, si te propones cosas que en este momento no puedes alcanzar, te expones al riesgo innecesario de sentirte culpable, con mayor malestar y a disminuir todavía más tu autoestima. Esto no significa que tienes que resignarte a que no eres capaz de ver lo positivo de la vida. Quiere decir principalmente que es importante que te escuches en este momento de tu vida, que no pases por alto que tienes una herida abierta, y que si bien puede sanar y cicatrizar, en estos momentos se te dificultará hacer algunas cosas, entre ellas mantenerte positivo. Mantenerte realista es una manera de cuidarte a ti mismo, incluidas las heridas que tengas actualmente.
Sin embargo, no se trata de dar rienda suelta a la tendencia de ver lo negativo. Es recomendable no perder la oportunidad de poner atención en las cosas positivas de la vida, en la medida de lo posible.

8. Reta tus emociones tristes
Escribe un diario. Esto puede ayudarte a seguir tus cambios de humor, puedes sorprenderte que tienes más momentos o días buenos de lo que pensabas. Haz una lista de tus emociones y de por qué te sientes deprimido, y piensa y anota qué puedes cambiar y cómo. Te ayuda darte cuenta qué actividades, lugares o personas te hacen sentir mejor o peor.

9. Toma la luz del sol diariamente
La luz del sol puede aumentar los niveles de serotonina y mejorar tu ánimo. En la medida de lo posible, sal durante las horas de sol y recibe luz directa por lo menos 15 minutos al día.
Puedes dar un paseo en el parque o hacia el la hora de la comida, hacer ejercicio afuera, hacer deporte, abrir las cortinas o sentarte cerca de ventanas luminosas.

10. Buscar ayuda profesional especializada
En el caso de la depresión, es importante que busques ayuda profesional especializada lo antes posible. De esta manera, un curso crónico y un empeoramiento de la condición previa puede a menudo ser detenido a tiempo.
Para que el tratamiento psicoterapéutico tenga éxito, es fundamental que exista una relación de confianza entre el profesional y el paciente. Durante las sesiones de terapia, el paciente debe ser capaz de abrirse emocionalmente. Esto no es posible si se siente incómodo en la práctica y/o el terapeuta no lo recibe con empatía.

5 Pautas para reducir la ansiedad.La ansiedad es un círculo vicioso del que es difícil salir. Estamos ante un trastorno ...
13/08/2021

5 Pautas para reducir la ansiedad.

La ansiedad es un círculo vicioso del que es difícil salir. Estamos ante un trastorno psicológico muy extendido en la sociedad actual.
Pero, ¿qué es exactamente la ansiedad, qué síntomas presenta y cómo podemos combatirla?
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado mental de anticipación, en que experimentamos nervios y desasosiego. Es una sensación desagradable que nos pone en tensión. La ansiedad es una respuesta normal de nuestro organismo, que interpreta que debemos ponernos alerta ante un acontecimiento cercano en el tiempo, pero algunas personas se ven secuestradas por la ansiedad y reportan una serie de síntomas y signos (psicológicos y somáticos) molestos.
El sentimiento de ansiedad es particularmente difícil de describir, no siempre se puede relacionar con un origen concreto (un examen, unos resultados médicos, etc.) y se alimenta de las propias consecuencias que genera (como por ejemplo el aplazamiento de tareas pendientes).
Combatiendo la ansiedad y sus causas
Por ello, es complicado hacerle frente, aunque no imposible. Estas cinco pautas para combatir la ansiedad pueden serte de ayuda a la hora de mitigar sus efectos adversos y entender algo mejor su naturaleza.
1. Debes conseguir ser tu propio jefe o jefa y dominarte
La ansiedad es una sensación desagradable que la mayoría de nosotros queremos evitar. El problema se agrava cuando decidimos compensar el estado de ansiedad recurriendo a formas de comportamiento estereotipadas y repetitivas. Estas son conductas que suelen empezar de manera inconsciente, son en parte automáticas y pueden ser más o menos simples (estirarse el cabello, darse golpecitos en una pierna, etc.) o algo más complejas (hacer viajes hasta la nevera y comer algo).
Además del efecto adverso que estas conductas pueden ejercer sobre nuestro cuerpo, dejarse llevar por ellas tiene el inconveniente de que nos hace entrar en un círculo vicioso: como están tan asociadas a los periodos de estrés, actúan como un recordatorio de que esa sensación que se quiere evitar está ahí. Por eso, para combatir la ansiedad es conveniente reconocer estos patrones estereotipados de comportamiento y ponerles freno.
2. Combatir la ansiedad es combatir el "ya lo haré mañana"
Los periodos de ansiedad pueden haber sido desencadenados por elementos del día a día que están relacionados con el trabajo, las obligaciones y la toma de decisiones. Por eso, combatir la ansiedad supone también reconocer las situaciones en las que esta sensación puede dar pie a una profecía autocumplida en la que el propio estado anímico negativo invite tirar la toalla antes de tiempo.
La ansiedad es una de las formas que puede tomar el miedo a empezar a hacer algo que puede salir mal y que, como consecuencia, es postergado una vez tras otra en un proceso llamado procrastinación. Estos aplazamientos son los que hacen que la ansiedad tenga razón de ser, ya que gracias a ellos la obligación que genera estrés sigue estando ahí.
3. Divide tu día a día en trozos pequeños
Seguro que te has dado cuenta de que, a partir del momento en el que inicias una tarea que te da pereza hacer, esta se va volviendo cada vez más amena y asumible. Con la ansiedad pasa algo parecido: para mantener la atención lejos de aquello que produce tensión, empezar una actividad es mucho más eficaz que pensar en iniciar esa misma actividad.
Y es que el hecho de ser consciente de que la ansiedad actúa como lastre a la hora de hacer cosas que queremos hacer es en sí mismo una fuente ansiógena. Si quieres asegurarte de que se haga lo que debe ser hecho sin que la ansiedad actúe como freno, nada como partir en secuencias cortas las tareas más complejas. Si tienes que escribir un informe, por ejemplo, la primera tarea puede ser tan simple como encender el ordenador y abrir un editor de texto. La siguiente secuencia debe partir de ahí y ser también muy breve (escribir el primer párrafo, etc.).
4. Tómate tu tiempo
La otra cara de combatir la procrastinación es asegurarnos que aprovechamos bien el tiempo que le dedicamos al descanso, ya que estar todo el día haciendo cosas para intentar distraer nuestra atención puede ser agotador. Si no conocemos la fuente de la ansiedad, este ir y venir de actividades distractoras puede actuar como recordatorio de que estamos ansiosos, y si el origen de la ansiedad está en las obligaciones pendientes, se puede generar un sentimiento de culpa. Por eso merece la pena ser metódicos con los ratos de descanso y hacer que estos permitan una mejor orientación hacia los objetivos.
Además, los ejercicios de control de la respiración que se incluyen en actividades como la meditación o el Mindfulness resultan de gran utilidad para reducir los niveles de estrés que ponen en marcha toda la maquinaria ansiógena. Tomarse un rato para relajarse aunque el cuerpo pida lo contrario y hacer que estos ratos no se prolonguen más de lo que sea necesario para ajustar bien los niveles hormonales son dos pautas básicas para combatir la ansiedad.
5. No te empeñes en hacer que la ansiedad se vaya
Desde un punto de vista biológico, la ansiedad es el fruto de dinámicas neuroendocrinas complejas con las que nadie querría tener que lidiar sin la ayuda de los procesos subconscientes que las regulan. Por eso, conviene tener claro de que sólo se puede combatir la ansiedad de manera indirecta. Por mucho que se pretenda ignorar las sensaciones de tensión y miedo, estas no se van a ir sólo porque nuestra mente consciente se lo pida con amabilidad.
De hecho, intentar suprimir mentalmente estos procesos biológicos no es más que una forma de reconocer que ese problema está ahí. Para que la ansiedad deje de ser un problema, hay que luchar contra sus síntomas creando nuevas pautas de comportamiento. La solución no está en la privacidad de la propia mente, sino en las relaciones entre el cuerpo y el entorno.






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