09/06/2025
Oración/ meditación
Agradecimiento
Prepárense. Sitúense en posición de quietud y silencio.
Todo es energía, vibración. Todo se mueve por frecuencias. Las más bajas son más densas y se relacionan más con la tierra, con la carne, con la materia; y las más altas se relacionan más con el espíritu, con lo no material, con las energías más sutiles.
Cuando al ser humano se le pregunta ¿Qué quiere en la vida? En síntesis, todos dicen lo mismo: “ser felices”.
El sentido orante de hoy, nos invita a vibrar en alta frecuencia, para conseguir tener una vida en paz, armonía y con coherencia… una vida gozosa, en relación al espíritu el cual soy.
Tenemos que darnos cuenta de que el pensar, el sentir y el hablar tienen potencias diferentes. El pensar ya tiene su potencia, con frecuencias bajas o altas, según lo que se piense, pero su alcance es limitado. No alcanza más allá de nuestros techos. El sentir es diferente. Su poder trasvasa nuestro espacio, y es escuchado por todo el universo. Si expreso con palabras sonoras mi sentir, si las palabras salen del corazón… entonces la vibración de alta frecuencia es escuchada por el universo conocido y el desconocido. Y si persistimos, el universo nos dará lo que sintamos. “Y el verbo se hizo carne”.
¿Cuáles son los pensamientos, sentires y palabras de mas alta frecuencia y potencia, para tener una vida gozosa, en paz, armonía y coherencia? . El miedo y el rencor paralizan. La duda obstruye y bloquea, y el amor y el agradecimiento son la energía de más alta frecuencia y mayor alcance. Estas últimas hacen que el Qi, la energía, fluya sin obstáculos hacia sus objetivos de vida.
¿Cómo es posible esto? Todos los seres humanos fuimos creados con la “chispa divina” del amor del creador, de la fuente, del UNO. “... a su imagen y semejanza fuimos creados”, por eso, cuando vibramos conscientemente, con la frecuencia del espíritu, nos convertimos en cocreadores de nuestra realidad de forma voluntaria o consciente. Es semejante a lo que sucede con nuestra respiración. Podemos respirar en automático o, de forma consciente. Igual pasa con las frecuencias de nuestro sentir… siempre llevan a crear nuestra realidad. Si lo hacemos de forma consciente, podemos unirnos a nuestro espíritu y crear la realidad a la que estemos destinados a ser por derecho de nacimiento. Mi espíritu toma las riendas y “soy el capitán que gobierna este barco”, “me convierto en el mago y la magia”.
En todas las meditaciones que llevamos haciendo en este centro, nos invitamos a meternos dentro, a auto observarnos, y borrar memorias erróneas que nos obstaculizan nuestra evolución, y nos hacen doler, sufrir o enfermar. Todo depende de las creencias o programas que tengamos. El sentido orante de hoy, nos invita a sentir que el universo es amistoso, todo es bendicente, todo nos lleva a un bien mayor.
En nuestras vidas cotidianas, 1º recibimos y después damos las gracias. En el mundo del espíritu, si deseas algo, hay que comunicarlo con vibraciones y frecuencias potentes. La mas potente es la vibración del amor y agradecimiento. Si uno agradece, cuando aun no lo has recibido, pero lo sientes y vibras como si ya lo tuvieras, el universo escucha y te lo da.
AGRADECIEMINTO
Me siento amante y amado por la divinidad.
Me siento agradecido por todos los dones físicos, genéticos y ambientales que me ofrece el universo, para conseguir mis objetivos como ser humano, para reencontrarme con el ser que realmente soy. Soy un ser de luz, en viaje infinito y eterno, que ahora me experimento en la carne para descubrirme como “espíritu soy”. Como ser emanado del amor divino. Soy creatividad, sabiduría y amor.
Doy gracias a todo mi cuerpo físico, al templo de mi espíritu, que me permite experimentarme en la carne. Doy gracias a mi sistema óseo, articular, vascular, nervioso… a mi aparato respiratorio, digestivo, glandular, genitourinario, a los órganos de mis sentidos… a los tejidos y células por los que están formados, a sus órganos intracelulares, a las moléculas que lo forman, a los átomos que las constituyen, a las partículas subatómicas… doy gracias de corazón a todo mi cuerpo físico, por el trabajo continuo y permanente en el mantenimiento de mi estructura para poder cumplir con mi propósito de vida. Lo siento, lo vivo como cuerpo sano, lo agradezco. Gracias, gracias, gracias. Hecho está.
Respiro y siento a todos mis ancestros, vivos o mu***os, buenos o malos, según creencias de los hombres, a todos ellos les agradezco su presencia en mi vida, pues sin ellos no estaría aquí. Doy gracias por lo aprendido, por sus enseñanzas, por su dureza, por su dolor, por su bondad, por su rigor, por su separación, por su unión, por su amor, por su desamor… de todos ellos aprendí y me siento agradecido. Envío al universo mi más alta frecuencia de agradecimiento, ellos están en mí, pero no soy yo. Agradezco su ayuda. Nos liberamos de las cadenas kármicas. Entramos en la del amor. Elimino de nuestro linaje las bajas vibraciones y recojo de todos ellos sus bendiciones a la vez que, envío mis bendiciones hacia ellos. Gracias, gracias, gracias. Hecho está.
Respiro y siento gratitud por todos los seres y cosas con los que me rodeé, me rodeo y me rodearé, sean personas, animales, plantas o cosas. Doy gracias a todos y cada uno de ellos.
Doy gracias a mi economía, doy agracias por ser abundante, por tener lo que necesito en cada momento para que me sirva para evolucionar. Doy gracias por mi trabajo, por mi casa, por mi pareja, por mi familia…
Cuando doy gracias, sintiéndola, diciendo gracias o palabra sonora, con significado de gratitud, una fuerza imponente se eleva ante el universo y, merced a la chispa divina que se alberga en nuestro corazón, aquello que pedimos, en forma de vibración de alta frecuencia, nos será devuelto multiplicado por tres; más si reniegas de lo que tienes, aún lo poco que tienes te será arrebatado. ¡Así es la ley del universo! Agradece y agradece cada día. Y observa como si persiste en el agradecimiento, la vida te mostrará su gratitud. ¡Vibremos alto! ¡Mantengamos la frecuencia elevada!
Doy gracias al agua por ser el germen de la vida. Calamar mi sed, limpiarme…
Doy gracias al fuego por darme calor y ser el generador de la vida, por expandirme. Por cocinar mis alimentos, por purificarme…
Doy Gracias al viento por permitirme viajar con él. Por permitirme el movimiento, por traerme noticias lejanas, por permitirme los cambios necesarios…
Doy gracias a la tierra por su fertilidad y permanencia. Por su ternura, por su olor, por albergar mis alimentos, …
Doy gracias a las piedras y minerales por su fuerza y concreción. Por su energía. Por su permanencia, por sus resonancias, por sus frecuencias vibratorias, por sus utensilios en mi vida cotidiana…
Doy gracias a mi voluntad y tenacidad, por mi sabiduría, por mi amor y entrega, por mi naturalizad y pureza, por mi buena salud, por mi capacidad pacifica, de atraer lo mejor en cada momento, mi capacidad de transmutación y transcendencia. Gracias, gracias, gracias. Hecho está.
Si deseas algo, desde la pureza de tu corazón divino, imagínate que ya lo tienes y agradece por anticipado. Mantente por algún tiempo, para que el universo entienda que lo que precisas es real y la vida te lo pondrá en bandeja.
Recuerda que te comunicas por frecuencias vibracionales, y tu tienes el poder y la fuerza de hacerlo de forma consciente. Si agradeces por poco tengas, te será devuelto materializado multiplicado por tres. Si reniegas o maldices, aun lo poco que tienes te será arrebatado.
Practica durante 21 días con el agradecimiento, salido desde la pureza del corazón y, verás como la vida te envía sus dones.
Practícalo siempre y, tu vida se transformará en magia.
Gracias, gracias, gracias, hecho está.