20/09/2023
Aconsejar en ocasiones puede ser contraproducente.
Nos encanta explicar nuestras vivencias y aprendizajes, son batallas superadas y eso nos hacer evolucionar como seres humanos, nos da una visión más amplia de la vida pero de NUESTRA PROPIA VIDA.
Nada que ver con otras vidas, por ello es importante ser consciente de cada palabra que destinamos a un consejo, puede acabar provocando un efecto que no esperamos.
El otro día, durante una guardia de urgencias, vino una persona con ingesta elevada de benzodiazepinas, su intención era suicidarse.
La persona lleva mucho años con crisis epilépticas a diario que imposibilitan que tenga una vida normal y pueda cuidar de su familia, a raíz de ello una depresión, ¿lógico no?
Perdió sus ganas de vivir, sus fuerzas para luchar.
Pues a alguien se le ocurrió darle un consejo: “la vida es como una sartén, hay que cogerla por el mango. Hay que buscar soluciones, no te puedes quedar esperando y no puedes tirar la toalla así…”
La paciente se quedó a cuadros al igual que yo.
Estamos dotados de instinto de supervivencia, pero en una situación extrema mantenida en el tiempo lo que provoca es agotamiento.
Lo primero es escuchar a quien está sufriendo, no juzgar y comprender que está viviendo una situación que nada tiene que ver con tus vivencias, con lo que no tienes la postura adecuada para aconsejar, si a caso, PIDE PERMISO.
¿Cómo crees que se sintió la paciente? Más hundida si cabe, inútil por no saber encontrar una solución y con culpabilidad.
Es probable que vuelva a intentar suicidarse, y tiene todo el respeto por ello. Es su opción. No juzguemos.
Soy de la creencia de que cuando hay una situación difícil hay que buscar hasta que demos con nuestra propia solución, la vida es un aprendizaje pero, a veces, las fuerzas se acaban. O lo que es peor, los recursos que necesitas están colapsados.
LA SALUD MENTAL ES UNA PRIORIDAD