10/09/2025
📆 Llega septiembre y los reinicios. Ha habido quizás tiempos de descanso, o personas que al contrario han trabajado más fuerte que en todo el año. ¿Es la rutina sucesión de quehaceres o es cómo lo vivo? Si sólo vivo pensando en vacaciones, cárcel el resto del año. Si odio la rutina y vivo en la anarquía - cárcel de inestabilidad. Si el trabajo me lleva a alargar las horas y “refugiarme” allí… cárcel. Si pienso que mi trabajo es lo que más me hace feliz, cárcel también- miedo a perderlo. Si lo único que quiero es estar en casa, cárcel. Si pienso que mi trabajo no me gusta y me tiene que hacer feliz, cárcel - se me olvida que es un tiempo que simple o complejamente intercambio por dinero.
A veces tocan momentos de semi secuestro, situaciones que nos toca manejar en las que el estrés está presente y el cansancio se hace complicado de sostener. Son esos “toca esto” de la vida (que recordemos, no duran para siempre, y muchas veces los hemos elegido nosotros asumiendo el compromiso que un día declaramos). Nos pueden llegar a nublar, podemos vernos en un modo supervivencia (que si toca… toca) en los que no pensamos con toda la claridad. Mucha paciencia aquí, y que cada minuto de descanso sea oro.
A veces disponemos de ese descanso pero… ¿cómo lo usamos? ¿Se trata sólo de parar el cuerpo? Cuánto cansa la mente aún estando quietos. ¿Y cómo se para la mente? Cada uno ha de descubrir… quizás es una serie, o vídeos chorra, quizás un paseo, o limpiando la casa, quizás conducir sin rumbo, algo que de algún modo resetee si hace falta. Quizás no es necesario que sea una rutina llamada “espiritual” cuando lo más espiritual sea transitar el día a día con la mayor paz posible.
Si en algún momento las emociones se confunden, recordemos que se puede estar enfadado, triste o cansado y también tranquilo, con el pensamiento enfocado… ¿en qué? Quizás, aunque sabemos que la vida es siempre incierta y responde… “como toca”, necesitamos metas, impulsos para el día a día que sean coherentes y tengan sentido para nosotros. Quizás es caminar con sentido lo importante y no si el camino me gusta más o menos.