12/07/2023
La Terapia de Interacción Padres-Hijos (PCIT) resulta eficaz para mejorar y reducir los problemas de conducta en niños y niñas, incrementar las conductas pro-sociales y mejorar el clima familiar, siendo clave la combinación con terapias contextuales para mejorar los resultados de esta intervención.
Esta es una de las conclusiones recogidas en un interesante artículo publicado en la revista Apuntes de Psicología, por María Rodríguez-Bocanegra y Rafael Ferro-García, del Centro de Psicología Clínica C.E.D.I. de Granada, a través del cual se presenta un estudio de caso único de un niño de siete años que presenta conductas disruptivas.
El estudio se centra en la intervención de los problemas graves de conducta a través de PCIT, en combinación con otras terapias contextuales, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Psicoterapia Analítica Funcional (FAP).
Como bien definen sus autores, la terapia de interacción padres-hijos es una terapia bien establecida y de elección para trabajar los problemas de conducta en niños/as (especialmente con edades comprendidas entre los dos y los siete años), y sus familias. Se trata de una terapia con filosofía contextual basada en métodos operantes de modificación de conducta, que aborda todo lo que ocurre en sesión a través del juego, enseñando a los padres a atender de forma selectiva el buen comportamiento del niño o la niña y a extinguir las conductas no deseables, promoviendo una relación positiva entre ellos.
La intervención se llevó a cabo a lo largo de diez sesiones con dos medidas de seguimiento posteriores, al mes y al año de finalizar el tratamiento. A lo largo de todo el tratamiento, se aplicaron de forma conjunta las terapias de PCIT, ACT y FAP para reducir las conductas problemáticas del niño y fomentar una relación terapéutica intensa y significativa, y eliminar la reticencia de los padres a seguir el tratamiento y aplicar las técnicas, mediante el refuerzo natural de las mejoras que se dan en sesión y ayudándoles a explicar de qué dependen tales mejoras.
La intervención con PCIT en combinación con terapias contextuales resulta efectiva
Según indican los autores de este estudio de caso, los resultados obtenidos permiten valorar la PCIT en combinación con terapias contextuales, como una intervención efectiva para el tratamiento de las conductas disruptivas. Los datos revelan que el tratamiento fue efectivo para reducir los problemas de conducta del niño, incrementar las conductas pro-sociales y mejorar el clima familiar, manteniéndose estos resultados en el seguimiento, a los 12 meses.
Puede ampliar más información aquí: https://www.infocop.es/la-eficacia-de-la-terapia-de-interaccion-padres-hijos-en-el-abordaje-de-problemas-de-conducta/