
07/10/2025
Reflexiones hacia los sueños:
Mi padre fallecía en la 2ª fase de la formación de instructor de mindfulness, evento que paralizó de manera contundente mi aprendizaje pero no el proceso de enseñanza, ya que mis compañeros continuaban su formación dentro de la 1ª promoción por aquel entonces en Valencia con BreathWorks.
Pasaron meses e intuitivamente necesitaba no descolgarme y realizar una acción que me reconectara con mi proceso de formación, apareciendo ante mí el Maestro Budista, Ajahn Dhiravamsa que nunca solté hasta que trascendió.
Él sin saberlo, me impulsó a retomar con más pasión que al principio mi estudio para continuar la instrucción como profesor de mindfulness o instructor en otros protocolos científicos e intervenciones basadas en la atención plena con líderes internacionales.
Este movimiento primigenio de Mindfulness en nuestro país sucedía aproximadamente entre el 2009 y 2015, donde las universidades se hacían eco de la corriente Mindful y su aval científico otorgaba una validez inquebrantable e imparable de éxito y expansión.
Recuerdo después de haber terminado todo mi proceso de formación como instructor internacional de mindfulness y compasión, el primer Congreso Internacional de Mindfulness “Meeting Mindfulness” en Zaragoza, organizado por el distinguido psiquiatra y experto en Mindfulness, el Dr. Javier García Campayo.
Javier el Canario, como me llamaban, estaba ahí, presente en las ponencias magistrales, en los talleres de práctica con todas esas eminencias internacionales del mundo de la meditación y la compasión, acudieron filósofos, religiosos, científicos, psicólogos, educadores, gurús del mundo empresarial, etc.
El evento llegaba a su fin, y el otro Javier clausuraba el Congreso con una meditación de gratitud que incluía desde el personal de limpieza y seguridad hasta el último profesional que participó y que entre todos y todas lograron que el “Meeting Mindfulness” fuera un éxito.
Sentado en la butaca observaba como rodaban lágrimas de felicidad por mis mejillas que verificaban de alguna manera, el acierto de mis decisiones y de el lugar que ocupaba en el mundo.