17/06/2025
“La importancia de la hidratación en adultos mayores durante el verano”
Con la llegada del verano, las altas temperaturas y la exposición al sol aumentan el riesgo de deshidratación, especialmente en los adultos mayores. Aunque muchas personas saben que deben beber suficiente agua, no siempre toman las medidas necesarias para mantenerse hidratadas, lo que puede tener consecuencias graves para su salud.
La deshidratación no tratada puede derivar en complicaciones graves, incluyendo infecciones urinarias, problemas renales y problemas cardiovasculares.
El verano, un periodo particularmente crítico.
Durante el verano, las temperaturas elevadas aumentan la pérdida de líquidos a través del sudor. Los adultos mayores, por su parte, suelen tener una menor percepción de sed y pueden olvidar o evitar beber agua en cantidades adecuadas. Además, algunos medicamentos que toman pueden aumentar el riesgo de deshidratación o afectar el equilibrio de líquidos en su organismo.
Por estas razones, es fundamental que los cuidadores y familiares presten especial atención a la ingesta de líquidos en esta temporada, promoviendo hábitos que faciliten una hidratación adecuada.
Tips para que los adultos mayores beban más agua
1. Establecer recordatorios: Para recordar que deben beber agua en intervalos regulares.
2. Ofrecer pequeñas cantidades frecuentemente: En lugar de grandes vasos, ofrece sorbos pequeños varias veces al día para facilitar su ingesta.
3. Incorporar alimentos ricos en agua: Frutas y verduras como sandía, pepino, melón y naranjas ayudan a incrementar la ingesta de líquidos de manera natural.
4. Variar las bebidas: Además del agua, se pueden ofrecer infusiones sin azúcar, caldos ligeros o aguas saborizadas naturales para mantener el interés en beber.
5. Mantener agua visible y accesible: Coloca botellas o vasos en lugares estratégicos de la casa para recordarles que deben hidratarse constantemente.
6. Vigilar signos de deshidratación: Presta atención a síntomas como boca seca, mareos o confusión.
La hidratación adecuada en los adultos mayores no solo previene complicaciones de salud, sino que también mejora su calidad de vida durante los meses de verano. La clave está en la prevención y en la adopción de hábitos sencillos que hagan del consumo de líquidos una rutina natural y placentera.