07/03/2024
Es cierto que el aguacate tiene múltiples propiedades para la salud, pero siempre he insistido en estas páginas en el hecho de que un solo alimento no condiciona por sí solo un beneficio sanitario, pues lo importante es el patrón alimenticio. Quizás la única excepción a este concepto es el aceite de oliva virgen extra. Otros beneficios descritos para el aguacate han sido la reducción del colesterol y la diabetes, así como las dolencias articulares, y la mejora de la piel y el cabello, entre otros.
Como ya he dicho, para cultivar el aguacate (alguna especie más que otra) durante todo el año y en cualquier clima se necesita muchísima agua. En California lo plantan en laderas regadas como campos de golf. En México ha ocupado cada centímetro fértil del estado de Michoacán. En Chile está dejando sin agua de consumo humano a los mismos campesinos, que pierden sus hectáreas conforme las multinacionales del sector invaden tierra y selva.
Lo mismo en nuestro Levante, donde se arrancan cítricos para plantar aguacates y luego los agricultores se quejan de la falta de agua para sus regadíos. O lo mismo que sucede en la Palma con los viñedos.
Eso sí, nutricionalmente todo son bondades. A veces más o menos exageradas, según quien financie los estudios. O según el influencer de turno, que nos invita a desayunar tostadas de pan integral de espelta con aguacate y leche de coco o de avena, en lugar de un buen tazón de gofio con leche de cabra. Y lo peor es que, incomprensiblemente, muchos bobos les hacen caso.
En esto de la alimentación, mi refrán de hoy es: “Aunque creas saber mil cosas, pregunta al sabio que sabe una”.
El aguacate es salud para el ser humano, pero es un derroche medioambiental, sostiene el doctor Serr