
13/07/2020
Los expertos advierten: el gel hidroalcohólico aumenta el riesgo de quemaduras solares.
El alcohol del gel se evapora muy rápido por lo que es muy extraño que ocurra una reacción. Lo que ocurre es que tanto este producto como el sol irritan la piel y juntos ejercen un efecto sumativo y, si la piel está dañada por el uso excesivo del gel y la exponemos, es más fácil que nos quememos.
Igual que al lavar demasiado las manos, frotarlas constantemente con el hidrogel no solo elimina la suciedad y los virus, también va mermando el manto lipídico que sirve de protección.
Dado que es aconsejable limpiarse las manos cada vez que se toca algo fuera de casa (es una de las medidas más importantes para evitar los rebrotes), hay que buscar una forma de contrarrestar el daño.
“Es tan sencillo como ponernos crema hidratante después de usar el gel o de lavarnos, y mejor aún si es protector solar”, apunta Rodríguez Jiménez, dermatólogo de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Con la segunda opción mataremos dos pájaros de un tiro: primero, se evita que se resequen las manos, y segundo (aunque no menos importante), las protege de los daños del sol. Es algo que, dice este experto, “solemos olvidar”.