03/05/2020
Muchas veces el día de la madre no es un día feliz para tod@s.
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Hay personas que no se sienten bien este día porque les produce una disonancia inmensa lo que deben sentir a lo que sienten. Lo que deben hacer y lo que quieren hacer. Nos vemos imantad@s a regalar flores, a hacer una postal diciendo lo mucho que queremos a nuestras madres porque eso es lo que está bien y porque hemos vivido rodeados de mensajes de “madre sólo hay una” “tener una madre es tener un tesoro” y un gran etc.
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Pasamos a meternos en redes sociales y verlo todo inundado de regalos, flores, palabras preciosas y llenas de amor... eso agranda la disonancia en tu cabeza.
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¿Pero qué pasa cuando todo eso lo ves ajeno a ti? ¿Cuando tu cabeza te dice que deberías celebrar ese día de amor pero tu cuerpo no responde igual?
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Que te sientes una mi**da, te sientes culpable de no sentir lo que tienes o lo que deberías sentir, porque al fin y al cabo “madre sólo hay una”...
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Este día te recuerda como hijo/a con la que es tu madre, lo que viviste a su lado, la relación que tienes o tuviste con ella... si ha habido alguna herida en el pasado con ella, en el día de la madre tienes muchas papeletas para que puedas revivirla... y eso no es para celebrar, es un duelo de la madre que quisiste o debiste tener y de la que en realidad tienes, y eso, duele y mucho.
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Espero con estas palabras poder haber dado un poco de sentido a ese dolor intern@ que puede aparecer este día.
