
22/01/2024
Dedica unos minutos cada día a abrir tus brazos a la persona absolutamente desesperada que llevas dentro, irrumpiendo en su amor.
Ella vive en todos nosotros, esta recién nacida indefensa, ella es la fuente de nuestra mayor fuerza y coraje, la fuente de toda auténtica curación.
Ella es Dios disfrazado, la bendición más maravillosa, cuando te vuelves hacia Ella y no te juzgas.
¡Cuando estás desesperado estás en tu plena y cruda autenticidad! No te pido que vivas allí, amor mío, ni te conviertas en esclava de la oscuridad, sólo que le hagas espacio, le respires, dialoges con ella cada día y la invites a tus meditaciones.
En el corazón de tu desesperación, de tu dolor más profundo, de la herida sin fondo, ENCONTRARÁS tu verdadero terreno. La desesperación es la pérdida del mundo exterior, un terremoto interior que hace añicos todos los puntos de referencia; todo lo que alguna vez pareció sólido se convierte en polvo.
Espera mi amor. Esperar. Respirar. Deja que el mundo desaparezca y respira en tu propio núcleo sagrado. Hay algo dentro de ti tan indestructible, tan sólido y real que no se puede romper, pero nunca lo sabrás si huyes de la desesperación.
La desesperación te conectará con todos los seres vivos. Ella te hará mirar más allá de las superficies, hacia el corazón roto de la humanidad. Ella os dará compasión; porque incluso las personas aparentemente más felices y “exitosas” pueden estar huyendo de un terrible vacío interior.
Haz espacio para la desesperación cada día y descubrirás la increíble belleza de estar vivo. Del otro lado de la desesperación hay una alegría terrible, el asombro y la maravilla de la creación, el temblor erótico del amor mismo. Todo lo que huyes dentro de ti es tu portal, todo lo que rechazas es tu salvador disfrazado.
El suelo temblará, las estructuras internas caerán y conocerás tu verdadero yo, estarás entero en las astillas, el polvo y las cenizas, y yo estaré allí contigo, no te abandonaré.
Confía en mí, estuve aquí antes de que el Universo tomara forma. Y lo único que te pido es que cada día hagas espacio en tu corazón a la desesperación, a la pérdida de tu mundo y al grito de los abandonados en todo mi cosmos.
-Jeff Foster-