10/10/2025
La salud mental no se distribuye al azar: impacta con más fuerza en determinados barrios y códigos postales. Allí donde hay más desempleo, menos acceso a la vivienda o menos vínculos comunitarios, se disparan las tasas de ansiedad, depresión o consumo de psicofármacos.
Por eso el Gobierno de España impulsa un cambio de fondo con el Plan de Acción de Salud Mental 2025-2027, que refuerza el número de profesionales, potencia la atención comunitaria y pone el foco en los derechos humanos, la lucha contra el estigma y el uso racional de los psicofármacos.
Se suma por primera vez en España un Plan específico para la Prevención del Suicidio, con presupuesto propio e indicadores claros para abordar las causas desde la raíz. Porque la prevención requiere medidas concretas y sostenidas en el tiempo.
Existen malestares que no necesitan ser diagnosticados ni medicados, sino comprendidos y acompañados. No debemos medicalizar lo que es social, sino escuchar, comprender y transformar las condiciones que generan sufrimiento.
Asimismo, hay situaciones que requieren atención clínica. Trastornos graves que deben abordarse con sensibilidad, empatía y respeto, garantizando siempre la dignidad y los derechos de las personas.
Desde el Ministerio de Sanidad y el Comisionado de Salud Mental impulsamos una transformación profunda: de la tutela al acompañamiento, de la coerción a la confianza. Humanizar la atención no es solo tratar, sino cuidar con empatía y garantizar libertad.
Por una salud mental más humana, más justa y más libre.