20/06/2025
NUESTRA MADRE
Después de toda una noche de ceremonia, los primeros rayos de sol alumbraban las decenas de rostros de quienes amanecieron junto al fuego. Una señora en varias ocasiones había asistido, se arreglaba el cabello mientras explicaba a su amiga sobre el rezo que venía al amanecer. El rezo para el agua de la mujer, la madre tierra y los alimentos.
-Es igual que el rezo que se hace en la iglesia por la Virgen María, solo que acá se le llaman Madre Tierra- , le dijo
El hombre medicina escuchó de casualidad y se quedó en silencio hasta el momento de poner la bendición sobre los alimentos.
-La Madre Tierra es nuestra verdadera Madre- , dijo. – No es una imagen, una idea, ni una persona. Es el misterio mismo. Para nuestros pueblos nuestra madre no ha pecado, ni es virgen. Nuestra Madre ama al padre Sol y arman una hermosa pareja. Se aman de verdad, tienen hijos y no se avergüenzan de esta relación íntima que tienen. Nuestro padre deposita su semilla a través de la lluvia, en el vientre de nuestra Madre. Nuestra Madre que es una mujer que ama a su compañero y que hace el amor con él .- Hizo una pausa y continuó
-Nosotros no tenemos problemas con que haya hermanos que digan que su madre es una pecadora, y producto de ello hayan sido expulsados del paraíso. Que digan lo que quieran de su propia Madre, pero que no le digan nada a la nuestra. A nuestra gente nadie la expulsó del paraíso, nosotros vivimos en el paraíso, y llegamos acá gracias a una mujer, y no por culpa de ella. Gracias a una mujer que amó a un hombre, y que se jugó la vida por parirnos, es que ahora estamos aquí, Nuestra Madre no es una niña que no ha conocido hombre, ni es un mujer que vive en las nubes, Nuestra Madre en una mujer hecha y derecha, siempre embarazada y pariendo a la vida, y sobre todo esta acá en la tierra, - ¡Es la Tierra!
Fumó profundamente del tabaco que tenía en sus manos, respiró. Su mirada tenía una expresión de indignación y dolor. Al mirar al centro de su pupila, seguramente nos encontraríamos con la severa mirada de cientos de ancianos que estaban ya cansados de estas confusiones.
Reanudó su palabra.
-Es donde llegamos, y donde nos refugiamos, donde criamos a nuestros hijos y donde conocemos el amor. Nuestra Madre nos alimenta y nos acoge todo el tiempo y así conocemos lo que es amar a una mujer. Por eso buscamos una mujer para que nos acompañe en la vida. Por eso queremos que nuestras mujeres se conviertan en verdaderas mujeres, capaces de reconocer su fuerza y la sabiduría con la que nacen, nosotros los hombres la buscamos durante toda la vida. Si integramos esa sabiduría en nuestra vida, podremos decir que somos sabios. Por eso nuestros abuelos nos enseñaron que nuestras mujeres son sagradas. Son ellas las que sostienen la vida en este planeta y es a ellas a las que el misterio les concedió la capacidad de gestar y dar forma a nuestro amor.
Calló por un largo rato, y regresando a ver a la señora que hizo la comparación, dijo:
-Nuestra Madre no es virgen, y nosotros estamos orgullosos de ello.
Créditos :
-Extracto del libro historias de chamanes, autor Santiago Andrade, Ecuador.