22/06/2025
NIÑO CON DÉFICIT DE ATENCIÓN
Un niño con déficit de atención con o sin hiperactividad puede presentar un perfil diverso, comúnmente se caracteriza por dificultades en la atención, hiperactividad motriz e impulsividad, manifestándose en varios ámbitos como el escolar, social y familiar.
Si nos fijamos en los "síntomas de falta de atención", estos niños suelen tener falta de atención a los detalles en tareas escolares o actividades recreativas, suelen. cometer errores “por descuido”. Por otro lado, se observa dificultad para mantener la atención, es decir, les cuesta concentrarse en tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido, es como que tienen problemas para enfocarse a la hora de estudiar o completar secuencia de tareas escolares o domésticas (no las terminan o las realizan desordenada o incorrectamente). “Parece” que no escuchan, o sea, pueden parecer que no están escuchando cuando se les habla directamente. Por supuesto, que se distraen fácilmente, se desconcentran con facilidad por estímulos externos o por simples pensamientos que tengan (ensoñaciones). Igualmente, tienen dificultad para seguir instrucciones ya que les cuesta seguir instrucciones complejas o terminar tareas. Suelen tener problemas organizando tareas y actividades, evitan o no quieren hacer tareas que necesiten esfuerzo mental enfocado, como las tareas escolares y pierden cosas que se necesitan para tareas o actividades, por ejemplo, juguetes, trabajos de la escuela o lápices, y olvidan hacer las tareas del “día a día” de la casa.
Entre los "síntomas de hiperactividad e impulsividad", cabe destacar la inquietud, se mueven constantemente, incluso cuando deben permanecer sentados, se pone a correr cuando no es apropiado, coge cosas sin permiso, parece como si estuviera “apurado” a menudo. La impulsividad es diaria, actúan sin pensar, responden antes de que se termine la pregunta, interrumpen conversaciones o actividades. Presentan dificultad para esperar su turno, ya que, les cuesta esperar en juegos o actividades. Por supuesto, que hablan en exceso, pueden hablar más de lo normal, interrumpiendo a los demás. Se observa problemas de comportamiento con reacciones emocionales intensas, pudiendo tener estallidos emocionales con facilidad o tener dificultades para controlar sus impulsos. Igualmente, suelen tener dificultades en las relaciones sociales, ya que pueden tener problemas para relacionarse con otros niños, seguir normas sociales o resolver conflictos. Pueden generar baja autoestima debido a las dificultades con las que se enfrentan.
Hay otros aspectos que pueden presentar estos niños, como problemas de aprendizaje debido a la falta de atención y concentración. También, se observan problemas de organización, siendo muy desorganizados y con problemas para administrar su tiempo o establecer prioridades. Son diarios, como decía antes, los problemas para completar tareas, teniendo dificultades para terminar sus tareas escolares o quehaceres domésticos. Esto les provoca dificultad para manejar la frustración, ya que pueden frustrarse fácilmente y tener problemas para tolerar la espera o la demora.
Por último, recordar que no todos los niños con déficit de atención presentan todos estos síntomas, y la gravedad de los mismos puede variar. Estos síntomas pueden manifestarse de manera diferente en niños y niñas, y a medida que crecen. Para mí, es fundamental realizar una correcta evaluación para el diagnóstico preciso y la implementación de estrategias de apoyo eficientes.