22/10/2025
Que se investigue si señor y que se vea donde está el fallo, si no capacitan a los agentes y porque un caso severi de patologia dual no se hacen cargo...
Investigan la muerte de Valentín, un joven con discapacidad, en un calabozo de la Guardia Civil de Jávea: "Queremos saber qué pasó"
El joven de 29 años fue detenido por la Policía Local de Jávea y falleció tras sufrir un ataque con combulsiones en las dependencias de la benemérita. Valentín un joven de 29 años falleció la madrugada del 25 de septiembre en un calabozo del cuartel de la Guardia Civil de Jávea. Sus padres, Daniel y Ana, se van a personar en los próximos días como acusación particular para solicitar una serie de diligencias de investigación para tratar de determinar las causas que rodearon la muerte de su hijo. "¿Cómo puede ser que un joven muera en unos calabozos? La cadena de custodia ha fallado y hay numerosas negligencias que han producido finalmente la muerte de mi hijo", asegura Daniel, padre de Valentín.
El joven con una dependencia de grado 1 y una minusvalía del 66% por graves problemas psiquiátricos como esquizofrenia y trastorno de la personalidad, vivía con sus padres, a pesar de que llevaban 12 años solicitando a la Generalitat Valenciana su internamiento en un centro. "Siempre aducían que no había plaza para él, que no había espacio y que nos podían ofrecer una plaza si pagábamos 5.500 euros al mes, una cantidad que como familia trabajadora no podíamos permitirnos", explica Daniel.
A todos estos problemas, se añadía otro de adicción a las dr**as, que le llevó a convertirse en víctima de las bandas de traficantes de la zona. "Se aprovechaban de él y lo utilizaban como correveidile, llevando y trayendo cosas que le daban".
Precisamente, el 24 de septiembre, Valentín salió de casa a las 22.15 horas a realizar uno de esos encargos. "Estaba normal. Nos dijo que iba a hacer unas gestiones y que volvía enseguida", cuenta Daniel.
Lo que han podido saber sus padres, es que el joven acudió a un hotel de Jávea. "Al parecer, cuando llegó le dijo a la chica de recepción que iba para hacer una entrega a un cliente, la recepcionista le preguntó a quién tenía que hacer la entrega y él se puso nervioso. Como la chica estaba sola se asustó y llamó a la policía local", relata.
Según explica Daniel, a su llegada, los agentes le chachearon y le encontraron tres bolsas de nylon con polvo blanco en su interior. "Los policías lo capturaron y parece que hay un pequeño forcejeo y lo llevan al cuartel de la Guardia Civil detenido, aunque antes pasan por el ambulatorio de Jávea, donde le inyectan un tranquilizante porque estaba alterado, todo ello sin revisar su historial clínico porque él ya tomaba mucha medicación, y eso fue la bomba, en lugar de calmarlo lo alteró", asegura.
En ese estado de excitación, Valentín fue encerrado en un calabozo del que ya no salió con vida. "Estuvo así cuatro horas esposado. Pidió agua y tras unos minutos le da un ataque con combulsiones y acaba falleciendo a las 6:15 de la madrugada del 25 de septiembre".
La familia, asegura, que los agentes llamaron a los servicios médicos, pero cuando llegaron los sanitarios solo pudieron confirmar su muerte.
No fue hasta cinco horas después de su muerte, cuando la policía contacto con la familia de Valentín. "Llamaron al teléfono a mi mujer y le dijeron que dejara lo que estuviera haciendo y que fuera a casa que tenían que darle una noticia. Cuando ella llegó a casa, se encontró con una ambulancia, ella pensó que traían a Valentín, pero la ambulancia era para ella, porque cuando le contaron lo que había pasado a ella le dio un ataque y tuvieron que atenderla inmediatamente", cuenta Daniel, que llegó cinco minutos después, que asegura que "me dijeron que Valentín había fallecido, sin ni siquiera darme los buenos días, con una total falta de humanidad".
Cinco días sin el cuerpo
A la devastadora noticia se sumó otra circunstancia que afectó aún más a la familia. "Como había mu**to en un calabozo, su cuerpo no nos lo entregaron hasta cinco días después, tras realizarle la autopsia", explica Daniel.
En el tanatorio de Denia, fue la primera vez que sus padres pudieron ver el cuerpo de Valentín. "Nos lo encontramos con que su cráneo había sido golpeado y con las sienes abultadas. La Guardia Civil nos ha explicado que durante el ataque que sufrió se golpeó con el suelo y los barrotes. Si eso fue así, dónde está el deber de custodia de una persona detenida para evitar que se autolesione", se pregunta su padre.
A esta y otras incognitas que rodean la muerte de Valentín, la familia espera encontrar la respuesta a través de las diligencias que van a interponer en los próximos días. "Queremos saber qué pasó. A nuestro hijo ya no lo vamos a recuperar, pero vamos a llegar hasta el final para que esto no le vuelva a pasar a nadie", asegura Daniel.