23/07/2024
Gracias Sergio Ventero Coach amigo ha sido un precioso regalo y he reflexionado que al igual que el protagonista de este precioso libro, Elzéard Bouffier, cada uno de nosotros tiene la capacidad de plantar semillas en la vida de nuestros hijos y en nuestro entorno. Estas semillas representan nuestros valores, enseñanzas, y el ejemplo que les damos día a día. Nuestro compromiso en este proceso es crucial para el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos, así como para el impacto positivo que deseamos ver en el mundo. No siempre es fácil, pues debemos luchar cada día con nuestros demonios, en nuestra misión de ser padres, estamos constantemente en un proceso de sanación y cambio. Al igual que el paisaje árido transformado por Bouffier, nuestro esfuerzo constante, aunque a veces parezca pequeño e insignificante, tiene el poder de generar cambios profundos y duraderos. Cada acto de amor, cada enseñanza y cada momento de atención que dedicamos a nuestros hijos, son como las semillas plantadas que con el tiempo y cuidado, florecerán en ellos.
Como decía antes, este proceso no es fácil. Nos enfrentamos a desafíos y caídas, pero es en estos momentos donde el amor propio y el amor hacia nuestros seres queridos juegan un papel fundamental. Reconocer nuestras imperfecciones y aprender de nuestros errores nos permite crecer y mejorar. A través del amor propio, cultivamos la paciencia y la compasión hacia nosotros mismos, lo cual se refleja en la manera en que cuidamos y guiamos a nuestros hijos.
El amor hacia nuestros hijos y hacia lo que nos rodea actúa como el agua y el sol que nutren nuestras semillas. Es este amor el que nos da la fuerza para seguir adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. Al demostrarles a nuestros hijos la importancia del amor y la perseverancia, les enseñamos que, aunque caigamos, que aunque parezca que los demonios ganan la partida, siempre podemos levantarnos y seguir adelante.
De nuevo m gracias amigo por tan precioso regalo