07/02/2025
1. Conócete a ti misma y acepta tus limitaciones
El estoicismo promueve la reflexión constante sobre quién eres, tus fortalezas y debilidades. Al entenderte a ti misma, puedes aceptar tus limitaciones sin vergüenza, lo que fomenta la autocompasión. No se trata de ser perfecta, sino de aceptar tu humanidad y aprender de tus errores.
2. Enfócate en lo que puedes controlar
El amor propio también viene de la capacidad de soltar lo que está fuera de nuestro control. Los estoicos nos enseñan que debemos centrar nuestra energía en lo que sí podemos cambiar: nuestras acciones, pensamientos y reacciones. No te castigues por lo que no puedes cambiar. En lugar de eso, enfócate en cómo responder con calma y virtud.
3. Sé tu propia mejor amiga
Trata a ti mismo con la misma amabilidad y paciencia con la que tratarías a un buen amigo. El amor propio se nutre de la autocompasión y la autoaceptación. No seas tu peor crítica, sino tu mayor apoyo. Cuando te enfrentes a dificultades, recuerda que eres humana y mereces respeto, igual que cualquier otra persona.
4. No te dejes llevar por el juicio externo
El juicio ajeno es algo que no podemos controlar, pero sí podemos controlar cómo lo recibimos. El estoicismo nos recuerda que la verdadera validación debe venir desde dentro, no desde el reconocimiento o la aprobación externa. La autenticidad y el auto-respeto son la base del amor propio.
5. Desarrolla la gratitud y el desapego
El amor propio también implica cultivar una mentalidad de gratitud. En lugar de desear lo que no tienes, aprecia lo que ya eres y lo que tienes en este momento. Al desapegarte de deseos innecesarios y enfocarte en lo que ya es valioso, tu sentido de satisfacción y bienestar crecerá de manera más duradera.