16/12/2025
Un hombre de unos 70 años, sin antecedentes de cuerpos extraños, acudió a urgencias 15 días después de introducirse accidentalmente un objeto tubular en el ano. Refirió una disminución de las deposiciones normales. La exploración física inicial fue normal. Una radiografía abdominal reveló una hipodensidad tubular en la región pélvica, sin perforación. Posteriormente, se decidió realizar una colonoscopia, durante la cual se visualizó un cuerpo extraño en el recto distal, que se extrajo con éxito mediante pinzas de dientes de rata. El cuerpo extraño era un tubo de plástico de unos 18 cm. Posteriormente, se evaluó el resto del colon, habiéndose identificado una úlcera en la parte inferior del recto relacionada con la presencia del objeto. Seis meses después, el paciente no presentó molestias y se realizó una colonoscopia de control, que resultó normal. Discusión: Los cuerpos extraños rectales, cuyo tamaño y forma son variables y, en ocasiones, aberrantes, suelen ser autointroducidos por adultos para su propia satisfacción, y su incidencia está aumentando. Los pacientes suelen evitar la atención médica inmediata y solo buscan ayuda cuando surgen complicaciones. No existen directrices clínicas formales, y este caso ilustra la importancia del juicio clínico en el tratamiento de cuerpos extraños rectales, ya sea endoscópico o quirúrgico.