
11/09/2025
Este verano estuve de vacaciones en Polonia 🇵🇱.
Un país que me sorprendió muchísimo por su historia, su gente y sus museos, que son verdaderamente didácticos e interactivos.
Y claro… como buena psicóloga intercultural, no podía dejar pasar la oportunidad de visitar el Museo de la Emigración.
Allí volví a recordar algo esencial:
🌍 la migración no es algo reciente, nos ha acompañado siempre.
Generaciones enteras han tenido que dejar atrás su hogar, aprender nuevos idiomas, reconstruir su día a día y enfrentarse a la incertidumbre.
Los retos que hoy viven muchas personas al mudarse a otro país —la nostalgia, el duelo, la sensación de no pertenecer— no son distintos de los que ya vivieron quienes migraron hace décadas o incluso siglos.
💡 Esa continuidad histórica nos muestra dos cosas muy importantes:
Que migrar siempre ha implicado un esfuerzo emocional enorme.
Que también ha sido fuente de resiliencia, aprendizajes y riqueza cultural.
Y aunque tú no hayas migrado directamente, es muy probable que en tu familia alguien lo haya hecho.
Quizá un abuelo, un tío, un hermano… Y esas vivencias también dejan huella en cómo entendemos nuestra identidad, nuestras historias familiares y hasta nuestra manera de relacionarnos.
Como psicóloga, esto me recuerda cada día que acompañar estos procesos es también honrar la historia compartida de quienes nos precedieron.
¿Has migrado tú o alguien de tu familia?
¿Cómo ha marcado esa experiencia tu vida?
Me encantará leerte en los comentarios 💬