Cuando una persona miente se producen en su organismo una serie de reacciones fisiológicas y emocionales espontáneas: se modifica la presión sanguínea, se acelera el ritmo cardíaco y se alteran la respiración y la conductancia de la piel, entre otras. La poligrafía es una ciencia que a través de un instrumento, denominado polígrafo, registra estos cambios neurofisiológicos que se producen en un individuo estimulado psicológicamente, cuando dice algo que no es verdad. Por tanto, se trata de una herramienta científica que nos ayuda a detectar las mentiras, tanto en el ámbito profesional como en el personal. el uso del polígrafo está muy extendido entre las diferentes fuerzas policiales y judiciales e incluso el Pentágono cuenta con 500 poligrafistas en nómina. También es un instrumento utilizado por los servicios de seguridad de Israel. En Europa se emplea a nivel judicial en países como Holanda, Bélgica y Reino Unido. En España, aunque la ciencia poligráfica no está regulada, son cada vez más los jueces que la admiten como prueba testifical con más valor que otros testimonios más vulnerables al engaño.