11/11/2022
CÓMO ELEGIR UNA SILLA DE RUEDAS
A la hora de elegir ayudas dinámicas, suelen surgir preguntas acerca de cuál será la mejor opción para el usuario del equipo. Os damos algunas claves para tratar de ayudaros a tomar la mejor decisión en la compra de una silla de ruedas.
¿Acero o aluminio? ¿rueda grande o pequeña? ¿se necesita alguna característica especial? ¿manual o eléctrica? ¿alquiler o compra?
La respuesta a estas preguntas en la farmacia, y sucede en la mayoría de productos de ortopedia, suele ser otra pregunta, ¿QUÉ USO VA A HACERSE DEL EQUIPO?
- ¿Para una lesión puntual en una o ambas piernas?
- ¿Para un usuario que tiene una patología o una discapacidad que impide la marcha funcional de forma permanente?
- ¿Para un traslado al ambulatorio, hospital, o a un evento?
- ¿Para un paciente que vive en una residencia y que va a usar la silla todo el día?
- ¿Para un uso habitual de un paciente que sale todos los días a la calle acompañado?
- ¿Para un uso mayoritario en una casa?
- ¿Para un uso mayoritario en la calle?
- ¿Para un paciente que puede o quiere autopropulsarse?
- etc., etc.
Empecemos con la elección del material de la silla. Aquí encontramos principalmente dos opciones:
- ACERO: aporta robustez y durabilidad al equipo, pero también peso. Muy común en sillas más antiguas que han perdurado, y también es el material más común en los equipos de alquiler. Este material es el utilizado en las sillas más económicas.
- ALUMINIO: ligereza sin perder prestaciones. Aunque pudiera pensarse inicialmente que un metal más blando debilita el equipo, los diseños suelen suplir estructuralmente este hecho. Material más caro que el acero, pero también mucho más ligero. Muy útil en equipos que van a necesitar ser portados para salvar por ejemplo unos escalones, o para su plegado y transporte en un vehículo.
- OTROS MATERIALES: es más infrecuente, pero determinadas sillas, especialmente las de uso deportivo pueden fabricarse con otros materiales que aportan generalmente reducción del peso a la vez que robustez.
En cuanto al diámetro de rueda, también contamos con un par de opciones principales:
- RUEDA GRANDE (generalmente 24” = 24 pulgadas = 61 cm de diámetro): permite al usuario autopropulsarse, si puede y si quiere, claro. Para una silla de uso mayoritario en calle permite salvar mejor los pequeños desniveles del pavimento o la acera, incluso los bordillos y vados. El ángulo de giro es mayor que el de una silla de rueda más pequeña.
- RUEDA PEQUEÑA (generalmente 12” = 12 pulgadas = 31 cm de diámetro): creemos que su uso es más apto para una silla de un uso más de interior. Para un usuario que bien en casa o una residencia, la utilice en terrenos lisos y sin grandes obstáculos. No permite la autopropulsión, pero aporta la posibilidad de giro en muy poco espacio. Ideal para maniobrar en espacios reducidos como baños o casas más pequeñas. En los equipos con motor suelen utilizarse estas ruedas de menor diámetro.
En casos particulares el usuario requiere de la silla características especiales:
- REPOSAPIES ELEVADO: para un paciente que ha sufrido una fractura o ha sido operado de alguna lesión en la pierna.
- ANCHOS ESPECIALES: todas las sillas de ruedas tienen tallas, que atienden a los diferentes anchos de asiento. En función del ancho de cadera del usuario se elegirá el equipo más adecuado. La medición del ancho se realiza con el paciente sentado, colocando dos libros o tablillas a cada lado de la cadera y midiendo la distancia más ancha entre los dos elementos rígidos.
En ocasiones el ancho limitante a seleccionar es el ancho exterior de la silla, por necesidades de paso en puertas del domicilio o ascensores generalmente. En este caso hay que revisar la ficha técnica de cada equipo y se recomienda ver varias marcas.
- SILLAS ELÉCTRICAS: generalmente para pacientes que padecen una incapacidad permanente para la marcha independiente y no tienen capacidad para autopropulsarse, y además cuentan con la suficiente capacidad visual y mental para el control de un equipo motorizado. Estos equipos aportan una gran movilidad y devuelven independencia a muchos usuarios permitiéndoles desplazarse grandes distancias sin esfuerzo. Su precio es muy variable, y existen ayudas económicas públicas para su adquisición.
- SILLAS PARA REQUERIMIENTOS ESPECIALES: determinadas patologías o discapacidades impiden la marcha funcional de forma permanente y requieren de ayudas dinámicas muy específicas: un respaldo o un chasis basculante, control postural del tronco, soporte para cuello, adaptaciones especiales de ruedas y/o frenos…
- SILLAS PARA USO DEPORTIVO: estos equipos tienen características muy especiales, suelen realizarse con materiales muy ligeros y resistentes, son evidentemente autopropulsables y de rueda grande, y además cuentan con una inclinación de los ejes de las ruedas para aportar mayor estabilidad y manejabilidad.
En cuanto al alquiler de equipos, es una opción económica que puede ser muy buena para ciertos casos, proporcionando ayuda a un usuario que por lesión o edad no puede permanecer mucho tiempo de pie o en marcha:
- para unas vacaciones,
- durante una estancia temporal en casa de un familiar,
- para dar soporte a un traslado al ambulatorio o al hospital,
- para acudir a un evento puntual,
- etc.
En la mayoría de los casos, para el alquiler de equipos se formaliza un contrato de una duración determinada y se solicita una fianza.
Merece la pena comentar, que la mayoría de estos productos de ayudas dinámicas y sus accesorios (cojines, cinturones, apoyos, baterías de sillas motorizadas…) cuentan con ayudas económicas públicas variables según la comunidad autónoma, que sirven como incentivo para su compra y uso, al reintegrar parte o la totalidad del coste del equipo.