
02/09/2025
EL CUERPO GUARDA MEMORIAS. Si te detienes, te lo contará en gestos, tensiones y respiraciones lo que la mente aún no puede nombrar o comprender.
A veces son tensiones en la espalda, un n**o en el estómago, una respiración que se corta sin motivo aparente.
No es casualidad. Cada emoción prepara al cuerpo para una acción: respirar de una manera, tensar ciertos músculos, adoptar una postura.
Si esa acción no se completa (defenderse, acercarse, soltar…), si lo que sentimos no puede expresarse, el CIRCUITO EMOCIONAL QUEDA ABIERTO y la huella se guarda en el cuerpo.
El cuerpo habla en su propio lenguaje.
Cuando le das espacio para moverse, para respirar, para suspirar, para sentir, esas memorias pueden salir a la luz y transformarse, sin necesidad de forzar nada con la mente y permitiendo, poco a poco, que el circuito se vaya cerrando.
Por eso el movimiento es una LLAVE tan poderosa. Y moverse no es solo “hacer ejercicio”: es permitir que lo que estaba retenido encuentre su camino de salida, y que tú vuelvas a habitarte con más ligereza y presencia.
A través del movimiento consciente y creativo habilitamos un espacio para que el cuerpo cuente lo que sabe, completar ciclos, reorganizar el sistema nervioso y permitir que la emoción se integre.
¿Has notado alguna vez cómo un pequeño movimiento te ayuda a cambiar tu estado interno? Cuéntame cuál aquí abajo ⬇️