03/02/2025
El otro día vi una publicación que me inspiró a pensar en la cara B del éxito.
Nos enseñan que el éxito se mide en trabajo, dinero y estatus.
Nos validan y refuerzan por producir más, ascender, ganar. Aprendemos a pulsar el botón de “dar más” y seguir esforzándonos… hasta que nos damos cuenta de que, si lo demás está vacío, nada de eso importa:
• Si tu salud está hecha polvo y enfermas cada dos por tres.
• Si no tienes tiempo para pasar con las personas que más quieres.
• Si descuidas tu cuerpo y tu alimentación.
• Si vives en un estado de ansiedad permanente.
• Si no le das espacio a lo que realmente te llena (que no tiene por qué ser el trabajo, aunque lo necesites para vivir).
Medir el éxito de otra manera es difícil. Requiere darle más peso a lo que tú valoras en vez de lo que otros aplauden. A veces, implica renunciar a dinero, fama o reconocimiento.
Pero al final, el éxito no es sólo un destino, son los pasos, es el camino.
Sentirte bien, cultivar la ilusión, tener propósito, disfrutar de tus días, no ponerte el agua al cuello, tener tiempo para ti y los tuyos, hace que todo lo demás tenga sentido.