05/12/2018
Rafael Santandreu: El arte de no amargarse la vida.
EL COLLAGE DE LA AMISTAD
“En una ocasión, leí una entrevista que le hacían a María Luisa Merlo, la actriz madrileña, en la que contaba cosas de su vida. María Luisa decía que ella tenía los mejores amigos que se pueden tener. El periodista se extrañaba de la contundencia de la afirmación y ella se explicaba así:”
- El secreto para tener los mejores amigos es el siguiente: pedirle a cada amigo sólo lo que pueda dar. Nunca lo que no pueda dar.
Y añadía: - Al amigo que se acuerda de tu cumpleaños todos los años, no le pidas que venga a consolarte a las tres de la mañana porque te ha dejado el novio. Ése no vendrá porque es una persona metódica que suele acostarse temprano. Y, por el contrario, a la persona dispuesta a consolarte a cualquier hora de la noche, ¡no le pidas que se acuerde de tu cumpleaños! Ése no se acuerda ni del suyo propio. »Pero ¿con cuánta frecuencia hacemos todo lo contrario? ¿No es cierto que, a menudo, exigimos a nuestros amigos que nos aporten todo, que sean perfectos? Bueno, a nuestros amigos, familiares y a ¡todo aquel al que queremos! ¿No es absurdo pedir más a quien deberíamos perdonar más”
“La experiencia con mi hermano Gonzalo y estas palabras de María Luisa Merlo me hicieron pensar que, en las relaciones humanas, hay que aceptar más al otro y componer lo que llamo «el collage de la amistad», es decir, plantearse las relaciones como un gran mural donde cada persona te aporta una cosa diferente. De esa forma, entre varias personas, uno por aquí, otro por allá, lograremos tener «los mejores amigos». Si lo pensamos bien, cada uno de nosotros tenemos unos puntos fuertes y otros débiles. ¡No existe la perfección”. Y no podemos exigir a nuestros amigos y familiares que sean perfectos. Cuando lo hacemos, nos indignamos con facilidad y tenemos la tentación de descartar a personas muy valiosas. Y, a veces, de tanto descartar nos quedamos solos. ¡Qué paradoja: de tanto buscar la mejor compañía nos quedamos más solos que la una”