31/10/2025
Hay días en los que el peso de migrar se siente en los huesos.
Días en los que te levantas y piensas que nada tiene sentido.
Que lo dejaste todo para estar aquí… haciendo cosas que jamás imaginaste hacer.
Dejas atrás tu carrera, tus redes, tus afectos.
Y aquí, donde se suponía que ibas a “empezar una nueva vida”,
te sientes más perdida que nunca.
Desde la psicología sabemos que esto tiene nombre: duelo migratorio.
Un proceso complejo que no solo implica la pérdida de un lugar físico,
sino también de una identidad, una pertenencia y un sentido de continuidad.
El cerebro y el cuerpo necesitan tiempo para adaptarse a una nueva realidad,
y en ese tránsito aparecen emociones intensas —tristeza, frustración, culpa, desorientación—
que muchas veces confundimos con debilidad, cuando en realidad son señales de reajuste emocional.
Nadie te dijo que empezar de cero también era empezar sin ti,
sin la versión que conocías, sin el suelo que te sostenía.
Y te da rabia. Dolor. Nostalgia.
Te sientes un cero…
cuando en realidad estás en medio de una transformación profunda.
Porque migrar no es solo cambiar de país,
es reconstruirte entera en un lugar que no te reconoce,
pero donde puedes volver a reconocerte tú.
🌱
Si este mensaje te toca, si estás en ese punto donde no sabes si quedarte o volver,
quiero invitarte a hacer parte de una comunidad de mujeres que también están sanando su proceso migratorio.
Desde mi experiencia personal y profesional como psicóloga y arteterapeuta,
he creado un espacio donde el arte, la palabra y la emoción se encuentran:
Programa Metamorfosis.
💫 Transforma el dolor del desarraigo en poder creador.
👉 Escríbeme para más información o únete al próximo ciclo.