22/12/2025
La Navidad no siempre es luz, calma y sonrisas… y está bien reconocerlo.
Para muchas personas, estas fechas remueven más de lo que alivian: vuelven dinámicas familiares antiguas, aparecen comentarios que duelen, expectativas que pesan y roles que uno creía superados.
Este carrusel es un recordatorio de que no eres raro ni estás fallando: estás sintiendo, y eso también es humano.
Poner límites, retirarte a tiempo, elegir qué conversaciones no quieres tener o simplemente necesitar un momento a solas no te hace menos cariñoso. Te hace consciente.
Y si estas fechas activan heridas viejas —culpa, vergüenza, exigencia, miedo— quizá no sea por lo que pasa ahora, sino por lo que ya dolía antes.
No puedes cambiar a los demás. Pero sí puedes aprender a colocarte de otra manera frente a ellos… con menos culpa, más calma y más cuidado hacia ti.
A veces, acompañar lo que se mueve por dentro es el regalo más honesto que puedes hacerte en Navidad.
Y ahí la terapia puede ayudarte mucho: a entender lo que se activa, a sostenerte mejor y a vivir estas fechas desde un lugar más amable contigo.
Si necesitas apoyo, estamos aquí. 💛
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