01/01/2024
Despido 2023, emocionada, agradecida y revuelta.
El final de año me parece un buen momento para hacer balance.
El inicio de 2024 una oportunidad para dejarme sorprender y poner en práctica todo lo aprendido.
Ha sido un año que me ha confrontado con el Duelo, en lo profesional y en lo personal.
Aprender a despedirse, a dejar ir, cuando la vida así lo decide.
Decidir que hay proyectos y personas que han cumplido su función en mi vida y que ya no resueno ahí, eso también ha sido un duelo, elegido, pero duele.
Acompañar el dolor y la enfermedad sabiéndome vulnerable. A la vez descubrirme fuerte, mucho más de lo que había imaginado.
Este año, la vida y la muerte de han entrelazado de forma más clara ante mis ojos.
La energía de la Doula y de la Madre se me han revelado, pudiendo conocer mujeres poderosas y amorosas.
Se me abren nuevos caminos en mi forma de acompañar procesos.
Sin duda, la forma es el cuidado.
Quiero ponerlo en el centro.
Priorizar la sabiduría del sentir y la intuición a tanto saber acumulado en cursos y títulos.
Agradecida de la confianza que mis consultantes depositan en mi.
Agradecida a esas amistades nutritivas y a la familia elegida.
2023 se lleva mucho, deja hueco para lo que la vida pueda traer.
2023 ha supuesto decisiones que verán la luz este 2024 que arranca.
Construir la vida es escucharse para tomar decisiones.
No puedo estar más agradecida al gran regalo que me trae la vida.
Feliz 2024, lleno de Amor y Abundancia.