14/09/2016
ENFERMEDAD - DOLOR
No es muy habitual que una persona esté totalmente sana, y existen muchas definiciones y puntos de vista diferentes sobre este tema.
Por lo general nadie se alegra del dolor o de las enfermedades. Sin embargo, cada vez más pacientes pueden aceptar que la enfermedad y el sufrimiento no son solo enemigos que combatir, sino que pueden brindar oportunidades de reorientación y cambio.
Adicionalmente, el dolor o la infección también son siempre una reacción de supervivencia y tienen una función de protección.
La mayoría de las personas identifica la aparición del dolor con el inicio de la enfermedad. Sin embargo, esto no responde a la realidad, ya que cada proceso va siempre precedido de un periodo de incubación o fase oculta, en la que la capacidad de autocurativa de la persona intenta mantener todas las funciones del organismo en las mejores condiciones posibles. En este estado llamado preclinico, el dolor no se puede percibir o no se percibe in situ.
Muchos pacientes creen que el síntoma molesto es la enfermedad. Pero la enfermedad, sobre todo la que persiste durante largo tiempo, en modo alguno se limita a la zona dolorosa en la que se manifiesta el síntoma.
Como reflexologos, creemos que nuestra principal tarea consiste en aliviar el dolor y encontrar vías de eliminarlo, parcial o totalmente, en función de la capacidad regenerativa de nuestros pacientes.
Como en otros métodos, en la Reflexología, el dolor es un indicador para detectar sobrecargas, puesto que un órgano o tejido sano, no provoca dolor ni, in situ, ni en su zona correspondiente en el pie.