04/10/2024
EL FRACASO ES FUTURO.
"Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”
: “Fracasar y luego volver a intentarlo. Eso es el éxito para mí”.
Dos frases de William Faulkner. Su perspectiva del éxito, y del fracaso, recuerda la muy célebre línea de Samuel Beckett: “Inténtalo otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”
Muy interesante cuando nos demuestra Faulkner que el fracaso es más importante que el éxito, porque el éxito se agota en sí mismo y dentro del fracaso está siempre latente la posibilidad de triunfar. El fracaso está lleno de futuro y lo que hay más allá del éxito es el vacío.
Asimismo también es muy interesante como diferencia claramente entre el objetivo y el fin; era más importante el rigor en la ejecución que el éxito, por una razón elemental que hoy hemos perdido de vista, seguramente porque nadie la quiere ver: el éxito no depende de nosotros, pero el intentarlo
La neurosis del éxito en nuestro tiempo se apuntala con eslóganes tóxicos, por engañosos, del tipo: “Sí se puede”, “no aceptes un no por respuesta”, “sí o sí” y un largo, y delirante, etcétera. Estos se escuchan mucho en clase de yoga. Porque la realidad nos demuestra todo el tiempo que no siempre se puede y que el sí con mucha frecuencia es no. Lo normal no es tener éxito, sino fracasar. El éxito es muy escaso, es una rareza, y es precisamente su escasez lo que lo hace tan deseable. Si todos fuéramos unos triunfadores el éxito perdería su prestigio.
Las palabras “perdedor” y “fracasado” son un estigma con el que hoy ninguna persona quiere cargar. Pero la realidad es que perdemos y fracasamos todo el tiempo, y que el éxito sólo llega, si es que lo hace, muy de vez en cuando. Y sólo triunfa el que fracasa una y otra vez.
Tener esto en cuenta viene muy al caso porque en los momentos que vivimos el intento ha quedado desterrado y lo único que importa es el éxito o seguir la directriz, ganar, triunfar, conseguir eso que se ha proyectado antes de emprender la acción, y quien no lo consigue es, de acuerdo con el estándar contemporáneo, un perdedor, aun cuando el intento haya sido notable. Pero esto no era así cuando en nuestra especie reinaba la sensatez.
Lo más terrible es que, el que lo intenta y fracasa, o se le niega la ayuda, o es motivo de burlas y de palabras poco edificantes.
Negar ayuda al perdedor o perdedora es moneda común en nuestros días.
En un libro de Ramiro Calle, hablaba de aquel afamado mentor, en los momentos finales, le preguntó un discípulo, ¿Cómo ha sido su vida?
"Error tras error", le contestó.
Para acabar, Lo único que una persona sensata puede hacer es intentarlo todo para alcanzar la diana; ese es el verdadero fin.
Lo demás es propaganda, o neurosis.
Seguiré fracasando, en soledad si es necesario.
Enhorabuena por la buena noticia,
Sigamos practicando.
Marinayoga delcactus