14/12/2023
Imagino que os preguntareis que tiene que ver la moda con las terapias, pues realmente nada. Sin embargo, si lo miramos desde la perspectiva en cómo influye la moda en nuestra vida, quizás sí que podríamos incluirlas, porque la moda nos lleva a tomar cánones de belleza, a seguir tendencias y comportamientos, para no ser diferentes a los demás y formar parte del grupo. Estar a la moda es estar dentro de la mayoría del grupo.
Durante muchos años, nos hemos vestido con prendas slow fashion o moda lenta, cuyas marcas hacían 2 únicas temporadas por año, estas eran prendas con tejidos de calidad y duraderos. Actualmente la mayor parte de marcas han puesto el foco en hacer prendas baratas y de baja calidad, es la moda fast fashion o moda rápida (comprar, usar y tirar) y se hacen hasta 54 colecciones por semana.
Estos cambios de modelos en el vestir han llevado a muchas personas a ser adictos a la moda, a las tendencias del momento, a un consumo incontrolado e innecesario. Y es aquí donde quería llegar. ¿Te has parado a pensar como es posible encontrar camisetas a 3 euros? Pues sencillamente que estas empresas textiles, tienen su producción en países donde no tienen salarios dignos, donde se trabajan hasta 14 horas al día, donde los lugares de trabajo son insalubres y peligrosos, donde no se respetan los derechos humanos y un largo etcétera.
Y esta es sólo una parte de lo que supone el consumir este tipo de prendas. ¿Qué pasa con el planeta? La industria textil es la segunda industria más contaminante después de la del petróleo. ¿Sabes cuantos litros de agua se necesitan para fabricar unos tejanos? Pues nada menos que 7.000 litros de agua. De la misma manera confeccionar una camiseta de algodón requiere el agua que una persona bebe en dos años y medio. Si, es una barbaridad.
Asimismo, decir que esta industria es responsable del 20% de la contaminación del agua potable a nivel mundial, a través de los tintes y los productos acabados.
Por si esto fuera poco, está el problema de las microfibras que se generan con los lavados de las prendas sintéticas como el poliéster. Son millones de toneladas que año tras año, acaban en los océanos y de la misma manera que las especies marinas son contaminadas por ingestión de estas microfibras, existe el riesgo que estas acaben en nuestro plato.
Y, ¿Qué pasa después con la ropa que se tira? El impacto medio ambiental es terrorífico porque, aunque existen muchas campañas de marketing, hablando de la gestión de estos residuos y la circularidad de las prendas, la realidad es que la mayor parte de las prendas (sobre todo aquellas de peor calidad) acaban en países en vías de desarrollo. Si, países como Ghana están siendo utilizados como vertederos de la ropa desechada de Europa. Os aconsejo que veáis el documental del programa de Jalis de la Serna Enviado especial de la Sexta. ¡Realmente atroz!
No sé tú, pero yo era bastante ignorante sobre el gran impacto medioambiental y social que tiene la compra de ciertas prendas de ropa. Ahora lo sé y veo que en el sector textil no son suficientes las 3 R: reducir, reciclar y reutilizar, también habría que añadir elegir donde se compra y que tipo de prendas se compran. Hacer un consumo consciente y crítico, que va más allá de las modas, buscar prendas atemporales y duraderas y no comprar lo que no se necesite.
Hacer un consumo responsable es ayudar a nuestro planeta.