
11/12/2022
Hoy, quiero hablaros sobre la atención sanitaria en la tercera edad, según reflexiones sobre los pacientes que atiendo en el municipio. Actualmente hay varias circunstancias que limitan que se cubran las necesidades de una asistencia sanitaria efectiva.
A continuación cito algunas de ellas y a la vez propongo algunas soluciones:
-La falta de recursos como el dinero/energía y el tiempo. Pudiese ser considerada la idea general de que la inversión en esta población no va a tener una repercusión prolongada en el tiempo dada su proximidad a la muerte.
-La escasez del número de psicólogos en las residencias y centros de ancianos. La cual es muchas veces suplida por una sobremedicación prolongada en el tiempo por parte de psiquiatras, que debido a la escasez de personal tampoco pueden llevar a cabo una terapia efectiva y apuestan por la terapia farmacológica como principal vía de tratamiento.
-Los prejuicios edadistas de los psicólogos y la población general, normalizando un estado pseudodepresivo o depresivo en muchos casos con argumentos como “es propio de la edad”.
-El sentimiento de falta de improductividad en las residencias o centros geriátricos. Los ancianos en su jubilación. Al ser sacados de la vida laboral y haber perdidos unos roles de los que antes gozaban, no se sienten ahora útiles en la sociedad.Por esto propongo que un recurso muy útil a utilizar podría ser la inteligencia cristalizada de los ancianos, y darles poderes efectivos de gestión de los propios centros en donde se encuentran, fomentando así la autoeficacia y sentimientos de responsanilidad a la vez que una estimulación cognitiva, tan beneficiosa para frenar el deterioro mental de este colectivo.
-La falta al promover por parte de los psicólogos el cultivo de una espiritualidad propia, que ayude a afrontar las etapas finales de la vida y la muerte de estas personas. Una opción podría ser crear en los centros de día grupos de debate de carácter psicoterapeútico que favorezcan compartir puntos de vista sobre estos aspectos y a la vez contribuyan a combatir la soledad y el aislamiento en los que se ven envueltos con frecuencia.