
02/12/2024
No es fácil admitir que a veces somos nosotros mismos quienes nos ponemos barreras, quienes nos saboteamos con pensamientos de inseguridad, o quienes repetimos patrones que nos llevan al mismo sitio donde no queremos estar. Reconocerlo no es un acto de autocrítica severa, sino un paso hacia la libertad emocional: cuando entiendo que algo en mí necesita cambiar, también entiendo que tengo el poder de hacerlo.
Cada uno de nosotros lleva consigo experiencias, miedos y creencias que, a veces sin querer, actúan como obstáculos. Nos decimos que “no es el momento”, que “no estamos listos”, que “los demás tienen algo especial que nosotros no” 🫥. Pero en el fondo, solo son historias que hemos ido acumulando y que, cuando las creemos, se convierten en limitaciones autoimpuestas ⛔.
Decir “yo soy mi propio obstáculo” no es darnos la espalda, sino todo lo contrario: es un acto de honestidad para crecer. Es el inicio de un viaje hacia una versión de nosotros mismos más libre y auténtica, porque cuando asumimos la responsabilidad de nuestras barreras, también asumimos la responsabilidad de superarlas ➡.
❗Recuerda que aceptar que a veces somos parte del problema es también aceptar que tenemos la capacidad de ser la solución.
Si sientes que alguna vez te has puesto trabas a ti mismo, guarda este mensaje como recordatorio de que estás a tiempo de transformar cada barrera en una oportunidad de crecimiento.
Y si crees que charlar con un profesional puede ser el primer paso, no tengas miedo de comenzar terapia; es el camino hacia el autoconocimiento y el bienestar emocional 🌱.
Maravillosa ilustración de .s
💙