01/12/2025
Elegir entre cuidados en casa o residencia geriátrica no es sencillo, pero en Aravera se prioriza el hogar siempre que sea seguro, porque favorece la autonomía, el bienestar emocional y la dignidad de la persona mayor.
Los cuidados en casa permiten que la persona permanezca en su entorno, con sus recuerdos y rutinas, reduciendo la desorientación y la ansiedad. La atención es más personalizada: se ajustan horarios, tareas y apoyos a las necesidades reales de cada usuario, manteniendo su independencia el máximo tiempo posible. Además, facilita que la familia participe en el día a día y mantenga vínculos afectivos muy estrechos, algo clave para el estado de ánimo.
Como inconvenientes del cuidado en casa, cuando la dependencia es muy alta puede requerir mucha organización familiar y un refuerzo profesional amplio para cubrir todas las horas necesarias. También es importante cuidar al cuidador familiar para evitar sobrecarga y estrés si no se dispone de suficientes descansos y apoyos.
La residencia geriátrica ofrece supervisión continua, equipo multidisciplinar y acceso a determinados recursos sanitarios y de rehabilitación, además de actividades grupales que pueden favorecer la socialización. Sin embargo, suele implicar adaptarse a horarios y normas del centro, alejarse del hogar y, en ocasiones, vivir una pérdida de independencia y de control sobre el propio día a día, además de un coste económico elevado.
En Aravera se trabaja para que las personas mayores puedan seguir viviendo en su casa con la ayuda profesional que necesitan y con el apoyo cercano de sus familias, acompañando solo hacia recursos residenciales cuando la situación lo hace realmente imprescindible.