20/10/2025
Comienza la campaña de vacunación de la gripe , pero no hay que olvidarse de vacunarva los niños del resto de vacunas propias de cada edad.
Esta inquietante fotografía de 1950 captura un momento de silenciosa lucha: niños acostados dentro de enormes máquinas llamadas "pulmones de acero". Estos dispositivos eran su única posibilidad de sobrevivir, ayudándoles a respirar cuando la poliomielitis había paralizado sus músculos. La poliomielitis era una enfermedad aterradora, especialmente para los niños, y a menudo los dejaba paralizados o incapaces de respirar sin asistencia mecánica.
El pulmón de acero funcionaba creando un ritmo de presión que empujaba el aire dentro y fuera del cuerpo, simulando el movimiento de los pulmones sanos. Salvó innumerables vidas, pero la vida en su interior era aislante. Los niños solo podían mover la cabeza y dependían completamente de las enfermeras para todo: comer, leer, incluso jugar.
Luego llegó un punto de inflexión que cambió la historia. En la década de 1950, el doctor Jonas Salk desarrolló la vacuna contra la poliomielitis. Casi de la noche a la mañana, la enfermedad comenzó a desaparecer. Lo que una vez fue un miedo global se convirtió en un capítulo casi olvidado, gracias a la ciencia y la compasión.
Esta fotografía es más que una mirada al pasado. Es un recordatorio de cuánto hemos avanzado — y de cómo las vacunas han protegido a millones de personas del sufrimiento.